domingo, 30 de abril de 2023

Stefan Zweig

 


"Los soberbios creen que se puede coger el fuego sin quemarse y agarrar la espada sin cortarse, pero quien rompe la paz se queda sin ella y quien siembra vientos en el mundo recoge tempestades en su alma".

"Jeremías: Poema dramático en nueve cuadros", 

OMAR KHAYYAM

 


Llegado a este Universo ignorando el porqué y el de dónde, como agua que, quiera o no quiera, corre, salgo de él como el viento que el desierto cruza, sin saber hacia dónde, quiera o no sigue andando. Por la séptima puerta, sidéreo peregrino, volé y fui a sentarme en el Trono de Saturno; y muchos nudos desaté en mi camino; mas no el nudo maestro del humano destino... 

(1048-1131) Erudito persa: filósofo, matemático, astrónomo y poeta


viernes, 28 de abril de 2023


 

Jaime Sabines



 He aquí que tú estás sola y que estoy solo. 

Haces tus cosas diariamente y piensas 
y yo pienso y recuerdo y estoy solo. 
A la misma hora nos recordamos algo 
y nos sufrimos. Como una droga mía y tuya 
somos, y una locura celular nos recorre 
y una sangre rebelde y sin cansancio. 
Se me va a hacer llagas este cuerpo solo, 
se me caerá la carne trozo a trozo. 
Esto es lejía y muerte. 
El corrosivo estar, el malestar 
muriendo es nuestra muerte. 

Ya no sé dónde estás. Yo ya he olvidado 
quién eres, dónde estás, cómo te llamas. 
Yo soy sólo una parte, sólo un brazo, 
una mitad apenas, sólo un brazo. 
Te recuerdo en mi boca y en mis manos. 
Con mi lengua y mis ojos y mis manos 
te sé, sabes a amor, a dulce amor, a carne, 
a siembra , a flor, hueles a amor, a ti, 
hueles a sal, sabes a sal, amor y a mí. 
En mis labios te sé, te reconozco, 
y giras y eres y miras incansable 
y toda tú me suenas 
dentro del corazón como mi sangre. 
Te digo que estoy solo y que me faltas. 
Nos faltamos, amor, y nos morimos 
y nada haremos ya sino morirnos. 
Esto lo sé, amor, esto sabemos. 
Hoy y mañana, así, y cuando estemos 
en nuestros brazos simples y cansados, 
me faltarás, amor, nos faltaremos.


jueves, 27 de abril de 2023

Gabriel Rolón

 El inconsciente es ante todo una curiosa memoria […] cuando se trata de un recuerdo inconsciente, su lugar de aparición no es necesariamente la mente. Puede manifestarse a través de actos impulsivos, como una serie de torpezas o incluso por una elección amorosa. Hablando con propiedad, esa vuelta al pasado no es mental sino en acto. En los asuntos del corazón no elegimos sino lo impuesto y no queremos sino lo inevitable.

 Sólo hay cuatro tipos de oficiales. En primer lugar, están los que son perezosos y estúpidos. Déjenlos en paz, no hacen ningún daño… En segundo lugar, están los que son laboriosos e inteligentes. Son excelentes oficiales de estado mayor, que se aseguran de tener en cuenta todos los detalles. En tercer lugar, están los que son laboriosos y estúpidos. Son una amenaza y hay que despedirlos inmediatamente. Generan gran cantidad de trabajo irrelevante para todo el mundo. Y, finalmente, están los que son perezosos e inteligentes. Son dignos de los puestos más elevados. 

GENERAL VON MANSTEIN, acerca del cuerpo de oficiales alemán

miércoles, 26 de abril de 2023

Jorge Luis Borges

 Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.

Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,

cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente

para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.

II

Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo que me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.



 

martes, 25 de abril de 2023

 En algunos aspectos la ciencia ha superado ampliamente a la religión en lo que a provocar pavor se refiere. ¿Cómo es posible que casi ninguna religión importante haya analizado la ciencia y concluido: «¡Esto es mejor de lo que habíamos pensado! El universo es mucho más grande de lo que decían nuestros profetas, más preeminente, más sutil, más elegante. Dios tiene que ser aún más grande de lo que habíamos soñado.»? En lugar de eso, exclaman: «¡No, no y no! Mi Dios es un Dios pequeño, y quiero que siga siéndolo.» Una religión, antigua o nueva, que subrayara la magnificencia del universo como la ha revelado la ciencia moderna, podría ser capaz de levantar reservas en la reverencia y el temor apenas intuidas por los credos convencionales. Tarde o temprano deberá surgir una religión así. Dos o tres milenios atrás, nadie se avergonzaba por el hecho de pensar que el universo fue hecho para nosotros. Era una tesis atractiva, y compatible con todo lo que conocíamos; era lo que propugnaban los más eruditos sin salvedad. Pero hemos descubierto muchas cosas desde entonces. Defender hoy en día semejante postura equivale a pasar premeditadamente por alto la evidencia, y a una huida del autoconocimiento. Aun así, a muchos de nosotros esas desprovincializaciones nos causan encono. Si bien no llegan a triunfar, suponen un desgaste de las esperanzas, a diferencia de las felices certezas antropocéntricas de otros tiempos, que comulgan con la utilidad social. Queremos estar aquí con una finalidad, aunque, a pesar de tanta decepción, nada es evidente. «La vacía irracionalidad de la vida —escribió León Tolstoi— es el único conocimiento incuestionable a que tiene acceso el hombre.» Nuestra época sobrelleva la carga del peso acumulado en los sucesivos desprestigios de nuestras concepciones: somos recién llegados. Vivimos en una región olvidada del cosmos. Surgimos de microbios y detritus. Los simios son nuestros primos. Nuestros pensamientos y sentimientos no se hallan enteramente bajo nuestro control. Es posible que existan seres muy diferentes y mucho más listos en algún lugar. Y, por si fuera poco, estamos estropeando nuestro planeta y convirtiéndonos en un peligro para nosotros mismos. Bajo nuestros pies, la trampilla está abierta. Nos descubrimos precipitándonos en caída libre, pero sin fondo. Estamos perdidos en una inmensa oscuridad y no hay nadie que pueda mandarnos un equipo de rescate. Ante tan dura realidad, naturalmente, nos sentimos tentados a cerrar los ojos y fingir que nos encontramos seguros y confortables en casa, que la caída no es más que una pesadilla. No hemos alcanzado un consenso acerca de nuestro lugar en el universo. No hay acuerdo generalizado sobre una visión a largo plazo del objetivo de nuestra especie, de no ser, quizá, la simple supervivencia. Especialmente cuando corren malos tiempos, andamos desesperados buscando aliento y no nos sentimos receptivos para atender a la letanía de las grandes decepciones y las esperanzas frustradas. Sí estamos, en cambio, mucho más dispuestos a escuchar que somos especiales, sin importarnos que las evidencias que lo avalan tengan el grueso de una hoja de papel. Si solamente hace falta algo de mito y ritual para que podamos soportar una noche que parece interminable, ¿quién no va a compadecerse y comprendernos? 

Jorge Hu



Podrán llamarme antiguo 
fuera de moda 
o en desuso
pondré en practica 
el manual de caballero, 
encontrado en el relicario 
de mi abuelo 
primero por lo esencial en mi ser 
y luego porque te quiero
tu sabrás perfecto que me derrito
cuando te veo 
y mi atención tendrá en primicia 
mantener la chispa 
que en breve será la lumbre 
que me darás en cariño y deseo
no restare independencia a tu vida
cuando se precise seré tu sostén,
de mi brazo podrás tomarte, 
cuidare tus pasos, 
abriré las puertas, 
llevare la sombrilla, 
colocare tu abrigo 
para que tu espalda 
no sienta frío 
los floristas me conocerán
como buen comprador 
de rosas y orquídeas 
que de color vestirán tu mesa
y te darán alegrías 
cada y cuantos días 
besos cotidianos y sorpresivos
tendrán tu mano, tu frente, 
o tu mejilla 
mis versos tendrán tu insignia
y en tu buró no faltara 
un compendio de poesía 
sin machismo, pero varonil 
propuesta buscaré encontrar
lo que signifique ser dama
en la edad moderna 
y que puedas sentir 
quizá a la antigua  
que un caballero sabe 
querer muy bien
a quien ama 
y es su mujer.

.

lunes, 24 de abril de 2023


Dijo Beethoven: Qué somos cuando nos comparamos con el Universo… El extraordinario músico tenía cierta razón en su duda si partimos de que en aquellos entonces su generación vivía en un mundo ajeno a la ciencia de nuestro tiempo. Hoy es distinto porque podemos asegurar que los seres humanos somos un universo o, para ser modestos, el gran microcosmos constituido por células que en esencia tienen el mismo origen o mensaje estelar del Universo.

Carl Sagan supuso que habría algo así como 100 mil millones de galaxias y 10 mil millones de estrellas. Vertió tal suposición cuando el planeta estaba poblado por 6 mil millones de habitantes. Hoy hay más de siete mil millones de seres humanos en la Tierra y, diría el filósofo del pueblo, la mata sigue dando.

Cada uno de esos miles de millones de seres humanos tiene en su cerebro 100 mil millones de neuronas e, igual que el Cosmos, una intensa actividad en el cuerpo, dinamismo impulsado por 37 billones de células, partículas que se renuevan constantemente para mantener vivo su hábitat. Esto además de luchar contra los 100 billones de microbios que se introducen en el cuerpo. Y aún más: mientras combaten a los agresores del organismo, nuestras células se alimentan, reproducen, comunican entre sí y obtienen la energía y los nutrientes que les permiten dotar de vida al cuerpo humano. El cerebro, las neuronas, se encargan de regular la función del organismo para que las células trabajen en sintonía y cumplan la función de mantenernos vivos.

Pero no todo es miel sobre hojuelas, que conste. En el cuerpo humano ocurre lo mismo que en el Universo cuya constante es el crecimiento que suele culminar en el renuevo. La diferencia está en que, comparándola con el Cosmos, la vida de los humanos es efímera; un micro instante del tiempo concedido por —dirían los masones— el Gran Arquitecto del Universo.
Ese Gran Arquitecto o energía celestial o Dios o imaginación o fuerza espiritual o naturaleza o fe o armonía neuronal, ha hecho que los seres humanos concilien su pensamiento mágico con la realidad manifiesta en su mortalidad. Por ello, de manera consciente o casual, todos buscamos lograr la concordancia del cuerpo con el cerebro para que nuestra vida funcione como, valga la metáfora, cualquiera de los conciertos compuestos por Beethoven, el músico que a falta de oído usó la imaginación. Y como todos sabemos, la agudeza, sensibilidad y armonía cerebral de éste y otros genios fue resultado de la correlación dinámica y creativa de sus neuronas.

¿Por qué la genialidad no es tan común como la actividad y cambios del Universo?

Me atrevo a responder: porque aquel infinito está controlado por la energía de sus propias estrellas, fuerza que podría ser regulada, ordenada y distribuida conforme a los dictados de una omnipotencia cuya definición humana gira en torno a lo esotérico. En el caso de los genios la creatividad es uno de los efectos de una sinapsis neuronal cuya eficacia depende de la coincidencia del o los objetivos programados por el cerebro, unidad que, supongo, responde a los sentimientos o a la espiritualidad de cada individuo. O a las dos causas.
Retomo pues lo del genial Beethoven para la siguiente metáfora:

El cerebro humano primero compone la música que ahí está latente en las neuronas que captan los sonidos del Cosmos y la Naturaleza, energía enriquecida por la herencia genética del ADN. Después de diseñar la armonía y plasmarla en el pentagrama (mapa cerebral), el cerebro realiza los arreglos que habrán de formar la sinfonía de la vida, acordes que distribuye en las distintas particelle cuyas notas forman la música del gran concierto. Una vez consolidada la obra, su realización o interpretación dependerá de la capacidad del creador de esa maravilla constituida por los sonidos, las acciones y las imágenes que él mismo unió y dirige.

Ese extraordinario fenómeno humano ocurre dentro del organismo de hombres y mujeres. Sin embargo, a pesar de ello lo común es que formemos parte de una lamentable paradoja. Esto porque no obstante que la vida es conducida por la unión de las neuronas, muchos prefieren ignorar el hecho e incluso hasta despreciar la oportunidad de convertirse en directores de su propio concierto. Omiten que a partir de la energía que produce el cerebro podemos encontrar la armonía de nuestro organismo con el medio ambiente que nos rodea y las creencias que convoca la magia que, cual alquimia de hechicero, se compone en el cazo llamado cerebro.

La incuria mencionada tiene dos causales, mismas que atribuyo al nivel intelectual, ya sea un alto IQ o la llamémosle ignorancia supina. En el primer caso, la inteligencia combinada con el conocimiento suele derivar en soberbia, estado de ánimo que aleja al ser humano de la fe. Por otra parte está la rudeza intelectual cuya oscuridad obstruye el entendimiento científico. Ambas condiciones muestran la maravilla del poder cerebral que replica la energía del Universo. De ahí que esa luz deslumbre a los poseedores de un coeficiente intelectual elevado y asuste a quienes por convicción, intuición o imitación prefieren permanecer en la oscuridad, en el hoyo negro. Hay términos medios, claro, y ahí entran aquellos cuyo empeño se centra en eludir las tinieblas acogiéndose a la luz de la inteligencia.

Albert Einstein, el matemático excepcional, usó su genialidad para hablar del tema alejándose del escepticismo común en los hombres de ciencia. Dijo el sabio:

…Me siento satisfecho con el misterio de la eternidad de la vida y con un atisbo de la estructura maravillosa del mundo existente, junto con el resuelto afán de comprender una parte, por pequeña que sea, de la Razón que se manifiesta en la naturaleza.

En efecto, la Razón de la naturaleza se manifiesta con la contundencia que observamos en, verbigracia, la “divina proporción”, fenómeno comprobable con las matemáticas (número áureo). Y también en la perfección lograda por los constructores del Partenón, por citar uno de los edificios que observan la sucesión de Fibonacci. 

Acojámonos pues a esa “divina proporción”, y a la energía de nuestro universo personal, y a nuestra fuerza interior (fe), y a las maravillas de nuestro cosmos, y a la concordancia dinámica y creativa de nuestras neuronas, y a la sorprendente música constituida por los sonidos, acciones e imágenes que forman nuestras 100 mil millones de neuronas. De lograrlo podremos convertirnos en directores de nuestro destino para, impulsados por la propia energía interna que producimos, eliminar lo que nos afecta debido al descontrol del organismo, males que la Organización Mundial de la Salud define como desviaciones del estado fisiológico, alteraciones cuyas causas en general son conocidas y por ende previsibles. Habrá que hacerlo. Lo peor que puede pasarnos es que, como energía o átomos cosmogónicos que somos, regresemos a formar parte de una de las dimensiones del Universo. Nunca se muere en el intento. Al contrario.

Por Alejandro C. Manjarrez 


Nietzsche

 


Hay quienes no pueden aflojar sus propias cadenas y sin embargo pueden liberar a sus amigos.

 Debes estar preparado para arder en tu propio fuego: ¿Cómo podrías renacer sin haberte convertido en cenizas? 

Así habló Zaratustra

jueves, 20 de abril de 2023

Milan Kundera

 


Ser novelista fue para mí algo más que practicar un "género literario" entre otros; fue una actitud, una sabiduría, una posición; una posición que excluía toda identificación con una política, con una religión, con una ideología, con una moral, con una colectividad; una no-identificación consciente, obstinada, rabiosa, concebida no como evasión o pasividad, sino como resistencia, desafío, rebeldía. Terminé por tener extraños diálogos: '¿Es usted comunista, señor Kundera?'. 'No, soy novelista'. '¿Es usted disidente?'. 'No, soy novelista'. '¿Es usted de izquierdas o de derechas?'. Ni lo uno ni lo otro. Soy novelista.


Que hacer cuando no puedes tener lo que quieres
y puedes tener lo que no quieres

Jean Paul Sartre

 


"Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es".


martes, 18 de abril de 2023

Leonard Cohen



Yo he mentido
Yo no sé si el mundo ha conspirado contra el amor
Yo he conspirado contra el amor
El ambiente de tortura no es algo muy cómodo
Yo he torturado
Incluso sin la Nube de Hongo Atómico
habría odiado de igual manera
Escúchenme
Yo habría hecho las mismas cosas
incluso si la muerte no hubiese estado
Yo no seré sostenido como un borracho
bajo la fría canilla de los hechos
Yo rechazo la coartada universal

Como una cabina telefónica vacía
en la que se pasó toda una noche
y recordándola
como espejos en el vestíbulo del palacio de película
que son consultados tan sólo al salir
como un ninfomaníaco que se ata a cientos
en absurda hermandad
yo espero
que cada uno de ustedes confiese

 La más noble forma de defensa propia no es la que rechaza un ataque; más bien es la que impide que se produzca el ataque. Los sabios que habitan en esa región rara vez son atacados. ¿Por qué? Porque, como escribió Lao Tzu, la espada no encuentra dónde cortar con su hoja, el tigre no encuentra dónde clavar su zarpa y el rinoceronte no encuentra dónde hincar su cuerno. Puesto que el sabio es invisible para los presuntos agresores, tampoco lo importunan ni lo molestan. Si deseas habitar en esa región, entre otras cosas tendrás que abstenerte de agredir a la naturaleza. Por supuesto, dado que nuestro estilo de vida moderno por desgracia depende en buena medida del ataque y la profanación de la naturaleza —talando y quemando bosques, masacrando animales, degradando ecosistemas y envenenando las aguas— no puede decirse que vivamos en armonía con nuestro entorno. Por consiguiente, estamos muy lejos de la región más allá de la muerte, lejos de la acción a través de la no acción y lejos del Tao. Y las personas sufren en consecuencia.

lunes, 17 de abril de 2023

 El descubrimiento de que no hay nada oculto y la verdad revelada en todo es la clave para la iluminación sobre los más simples asuntos prácticos y el destino de la humanidad. En el proceso de examinar nuestras vidas cotidianas, podemos encontrar que todos nuestros temores los hemos basado en la falsedad. El desplazamiento de lo falso por la verdad es la esencia de la curación de todas las cosas visibles e invisibles.

    Clásicamente, la preparación para el trabajo espiritual serio es referido como "maduración", en ese momento cada simple palabra oída, frase, o nombre podría desencadenar la repentina decisión y compromiso con la verdad. El adviento de la dedicación espiritual por tanto pueden ser sutil, lento y gradual, y luego dar un salto repentino y muy importante. Por cualquier camino, una vez que la semilla cae en campo preparado, el viaje empieza de verdad. Por lo general, el punto de inflexión puede ser desencadenado por un inesperado /flash o visión, y desde ese momento, la vida cambia.

    Fuera de lo que todo lo incluye, la compasión incondicional viene a la curación de toda la humanidad.

    En un universo donde "gusta ir hacia lo que gusta" y "las aves del mismo plumaje vuelan juntas", atraemos a nosotros lo que emanamos.

    La voluntad es activada y capacitada por devoción, y responde con inspiración, lo que conduce a la iluminación por la gracia. La voluntad personal se disuelve en la Voluntad Divina, y la chispa que da lugar a la búsqueda espiritual e indagación es un regalo divino.

    Cada acto o decisión que tomemos que sustenta la vida sustenta toda la vida, incluyendo la nuestra. Las ondas que creamos vuelven a nosotros.

    Todo en el universo constantemente emite un patrón de energía identificable de una frecuencia específica que permanece por siempre y pueden ser leído por los que saben. Cada palabra, obra e intención crear un registro permanente; cada pensamiento es conocido y registrado para siempre. No hay secretos, nada está oculto, ni puede estarlo. Todos vivimos en el dominio público. Nuestros espíritus permanecen a tiempo para que todos lo vean. Toda vida, finalmente, es responsable ante el universo.

    P: ¿Cuál debería ser el contexto general de la actividad espiritual?
    R: El servicio desinteresado por amor a todas las criaturas y la creación. Para alcanzar la iluminación sirve a Dios y a los humanos. Estate alerta y sensible hacia la belleza innata de todo lo que existe. Ve el encanto y la singularidad de lo que incluso el mundo consideraría viejo, destartalado, y feo.

 Están todos en el mismo plano. Giran todos en la misma dirección… Es perfecto, ¿sabes? Es portentoso. Es casi increíble. 

GEOFFREY MARCY, astrónomo, describiendo el sistema solar

jueves, 13 de abril de 2023


La llorona es una canción zapoteca escrita y nacida en la comunidad zapoteca del istmo de Tehuantepec, Oaxaca.?
Cuenta la historia que un joven de Tehuantepec fue a una fiesta en la comunidad vecina llamada Juchitán y ahí conoció a una chica tan hermosa que salía de la iglesia vistiendo el famoso traje regional istmeño llamado huipil.
 Por un tiempo se esforzó para conquistar a la joven Y después consiguió la aprobación de los padres para casarse con ella. Pero los vientos de la revolución soplaron en Oaxaca (1911/1912) y antes de irse a la guerra, le dijo algo como esto:
“Recuerdo el día que fuimos al río y las flores del campo parecían llorar,
Contigo las nubes de mi cielo no son nada, incluso el sol compite con tu sonrisa.
La guerra me está llamando por que la paz de nuestro país ha sido robada.
Volveré a tí y por nuestra futura familia nunca dejaré de amarte,
en esta vida y en la muerte”.

Finalmente el día de partir llegó y cuando él se despedía de ella, el llanto corrió por sus ojos y los suspiros de dolor invadían el rostro de su amada.
Mientras hablaba con ella le tomaba ambas manos, al mismo tiempo que la limpiaba con las suyas las lágrimas que caían por las mejillas de su esposa y entonces la llamó “llorona” porque ella no paraba de llorar sabiendo que quizás no volvería a ver a su esposo. Besos y promesas volaron por el aire y él juró que volvería por ella de la vida y la muerte con impunidad total. Ella también prometió esperarlo sin importar lo que sucediera. 
Muchas persona de la época conocían a la pareja y se consternaron por ellos. El joven se fue a la guerra pero nunca regresó. Tiempo después un amigo mutuo de ellos regresó al pueblo y le dijo: tu esposo fue alcanzado por las
balas y las heridas eran tan terribles que fue imposible salvarlo. Pero mientras agonizaba me pidió que te dijera que siempre te amará y que por favor lo perdones. Aquí una carta que me dio para tí.

Extractos de esa carta decían algo como esto:

Salías del templo un día llorona cuando al pasar yo te ví
hermoso huipil llevabas llorona que la Virgen te creí
en el cielo nace el sol mi llorona y en el mar nace la luna y en mi corazón nace llorona 
quererte como ninguna.
Aunque me cueste la vida llorona 
no dejaré de quererte.

Ay de mí llorona 
llorona tú eres mi xhunca 
me pedirán dejar de quererte llorona 
Pero de quererte nunca, 
no creas que te canto llorona
tengo el corazón alegre, 
también de dolor se canta llorona
cuando llorar no se puede,
no llores prenda querida 
te esperaré en el horizonte cada madrugada. 

Está por más decir, ella lloraba todo el tiempo por esa carta y nunca volvió a casarse por que esperaba reunirse con su amado en el paraíso y cumplir con su promesa. 
El bebé de ellos nació una semana después de la noticia y cada 30 de octubre cenaban juntos. Una esposa y un hijo en la tierra de los vivos y un esposo del reino de los muertos, hasta que la gran águila los juntó nuevamente. El tiempo pasó y la historia fue escrita como una canción folclórica local y ha sobrevivido todo este tiempo. 

 Imaginen un asalariado, sea cual sea su profesión, que fue contratado seis meses atrás en una empresa cualquiera. Venía de pasar dieciocho meses en el paro, dieciocho meses de dificultades. Hacía más de quinientos días que se repetía noche y día: «¡Qué feliz sería si volviera a tener trabajo!». Por fin, hace seis meses, lo contrató una empresa: salario correcto, empleo a jornada completa, contrato indefinido... ¡La felicidad! Al menos, eso fue lo que pensó al principio. Pero el tiempo fue pasando. Una semana. Dos semanas... El problema, claro está, es que desde que lo contrataron ya no le falta el trabajo. Tiene trabajo, y tiene más bien mucho: está hasta arriba de trabajo, y muy pronto ¡está hasta las narices del trabajo! Porque si el deseo es falta, en cuanto el trabajo ya no le falta, ya no desea trabajar. Él, lo que desea, como todo el mundo, son los fines de semana, las vacaciones, la jubilación... Y como el amor es deseo, si ya no desea trabajar, eso significa que ya no le gusta su trabajo. A él, lo que le gusta, como a todo el mundo, es el tiempo libre, el descanso, el ocio... ¡Menudo rollo tener que trabajar para ganarse la vida! ¡Ah! ¡Si le tocara la lotería y pudiera vivir de las rentas! En definitiva, lo que Platón nos ayuda a comprender, y que nos dice mucho sobre el trabajo y también sobre la condición humana, es que el trabajo solo hace feliz... ¡a un parado! Pero, desgraciadamente, no le hace feliz porque está en paro, ya que le falta el trabajo, y sufre por esta falta. Y el trabajo no hace felices a los asalariados, pues éstos tienen trabajo y éste por lo tanto no les falta, cosa que les hace incapaces de desearlo o de amarlo. O sea que, como habría podido decir Louis Aragon, ¡no existe trabajo feliz!

miércoles, 12 de abril de 2023

Paul Davis

 Tal vez algún día lo paranormal será normal o eventualmente será rechazado por infundado. Sea como fuere, la decisión debe tomarse sobre la base de criterios científicos sólidos pero el paradigma inconveniente no debería ser negado de manera indiscriminada. 

Project of Universe (Moscú, 2009)


 

Shakespeare

 


OSWALD ¿Por qué me tratas así? ¡Si no te conozco!

KENT Pero yo a ti sí.

OSWALD ¿Quién soy yo?

KENT Un bergante, un bribón, un lameplatos, un granuja rastrero, altanero, vacío; un lacayo ambicioso y pelagatos con calzas de estopa; un pícaro miedica, pleiteador, hijo de puta, mira-espejos, servil y relamido; un esclavo pobretón, que haría de alcahuete por dar buen servicio y que no es más que una mezcla de granuja, pordiosero, cobarde, rufián e hijo y heredero de perra mestiza; un tipo al que voy a sacudir hasta arrancarle chillidos si me niega una sílaba de cuanto le he llamado.

Charles Bukowski



 A solas con todo el mundo 


La carne cubre el hueso 
y dentro le ponen 
un cerebro y 
a veces un alma,
y las mujeres arrojan 
jarrones  contra las paredes 
y los hombres beben 
demasiado
y nadie encuentra al 
otro 
pero siguen 
buscando 
de cama 
en cama. 
La carne cubre 
el Hueso y la 
carne busca 
algo más que 
carne.

No hay ninguna 
posibilidad: 
estamos todos atrapados 
por un destino 
singular. 

Nadie se encuentra jamás 
al otro. 

Los tugurios se llenan 
los vertederos se llenan 
los manicomios se llenan 
los hospitales se llenan 
las tumbas se llenan 
nada más 
se llena.


Ha-Joon Chang

 Pero ¿cómo es posible que el FMI y el Banco Mundial insistan tanto en aplicar las políticas inadecuadas que tan malos resultados generan? Esto se debe a que su estructura de gobierno los predispone seriamente a favor de los intereses de los países ricos. Sus decisiones se toman básicamente en función del capital social en acciones que posee un país (dicho de otro modo, tienen un sistema de un dólar, un voto). Esto supone que las naciones ricas, que controlan colectivamente el 60% de las acciones con derecho a voto, ejercen un control absoluto sobre sus políticas, mientras que Estados Unidos tiene de hecho derecho a veto con respecto a las decisiones en las 18 áreas más importantes.20 Una consecuencia de esta estructura de gobierno es que el Banco Mundial y el FMI han impuesto a los países en vías de desarrollo paquetes de medidas estándar que son considerados universalmente válidos por los países ricos, en lugar de políticas que se diseñan cuidadosamente para cada nación subdesarrollada concreta, generando así, de manera previsible, malos resultados. Otra consecuencia es que, aunque sus medidas puedan ser adecuadas, a menudo han fracasado porque los locales se resisten a ellas al serles impuestas desde fuera. Respondiendo a las crecientes críticas, el Banco Mundial y el FMI han reaccionado recientemente de varias maneras. Por un lado, se han dado algunos pasos de fachada. Así, el FMI llama ahora al Programa de Ajuste Estructural el Programa de Reducción de la Pobreza y Crecimiento, con el fin de demostrar que se preocupa por los problemas de la pobreza, aunque el contenido de ese programa apenas ha cambiado con respecto al anterior. Por otro lado, se han hecho auténticos esfuerzos por abrir diálogos con un electorado más amplio, especialmente el compromiso del Banco Mundial con ON'G (organizaciones no gubernamentales). Pero las repercusiones de esas consultas son, en el mejor de los casos, insignificantes. Además, cuando un número cada vez mayor de ONG en países en vías de desarrollo es financiado indirectamente por el Banco Mundial, el valor de semejante ejercicio es cada vez más dudoso.


 La principal actividad de los cerebros es cambiarse a sí mismos.

 Marvin L. Minsky


Cuando cambia tu mente, tu cerebro también cambia. Como dice la obra del psicólogo Donald Hebb: cuando las neuronas se disparan juntas, se «cablean» juntas: la actividad mental crea realmente nuevas estructuras neuronales (Hebb 1949; LeDoux 2003). Por eso, hasta una idea pasajera puede dejar marcas duraderas en el cerebro, de modo parecido a como un chaparrón primaveral puede dejar un pequeño rastro en una colina. Por ejemplo, los taxistas de Londres, cuyo trabajo requiere que recuerden muchas calles retorcidas, desarrollan un hipocampo —una región cerebral clave para los recuerdos visuales-espaciales — más grande, porque esa parte tiene una carga de trabajo extra (Maguire et al. 2000). A medida que te conviertes en una persona más feliz, la región frontal izquierda de tu cerebro se hace más activa (Davidson 2004). Lo que fluye por tu mente esculpe tu cerebro. De modo que puedes emplear tu mente para cambiar a mejor tu cerebro, lo que beneficiará a todo tu ser y a cada persona cuya vida tenga contacto contigo.

martes, 11 de abril de 2023

Rutger Bregman



 Durante una campaña pacífica hay un ingrediente esencial: el autocontrol. En la cárcel, Mandela aprendió mejor que nadie a mantener la cabeza fría. Decidió estudiar bien a su enemigo. Leyó infinidad de libros sobre la cultura y la historia de los afrikáners. Vio partidos de rugby. Aprendió el idioma. «Si le hablas a alguien en un idioma que entiende», dijo luego, «el mensaje va a su cabeza. Pero si le hablas en su lengua materna, el mensaje va a su corazón.»

 Parafraseando a Nietzsche: «Para volverte sabio, debes aprender a escuchar a los perros salvajes que ladran en tu sótano».

“Unos meses atrás, después de haber conocido a Eckhart Tolle y estudiar sus libros, me desperté y de pronto lo capté. Entendí cómo el pensamiento era sólo una cosa ilusoria y de cómo el pensamiento es el responsable de la mayoría de los sufrimientos que experimentamos. Me pregunté: ¿Quién es el que es consciente de que estoy pensando? Y de pronto fui arrojado a este expansivo, grandioso sentimiento de libertad de mi mismo, de mis problemas (…) Sentí que era más grande que mi cuerpo, era todo. Ya no era un fragmento del Universo, era el Universo. Y desde ese día he tratado de regresar allí. Viene y se va. Pero al menos sé donde quiero ir”. 


“Miré hacia atrás y pensé: He sido dos personas toda mi vida: entreteniendo gente, siendo el mono, y tratando de ayudar a mi madre que sufría artritis reumatoide y fibrosis y cualquier cosa bajo el sol que le pudiera aquejar y estaba deprimida. Y yo quería que ella fuese libre, quería que se diese cuenta que su vida valía algo porque dio a luz a alguien que valía algo”.

“Me sentaba y trataba de entender: ¿de qué trata todo esto? ¿por qué estamos aquí? ¿Qué es esto? Y un día leía algo de Buda que decía: ~toda la espiritualidad es acerca de aliviar el sufrimiento~ y entonces me di cuenta que eso es lo que estoy haciendo en la otra habitación, y me sentí increíblemente afortunado. (…) Soy tan afortunado de ser parte de esta comunidad y de hacer algo que es valioso.

“No somos un yo, es una energía, un puñado de ideas sobre herencia y nacionalidad, sobre todas esas cosas que se supone que son un ancla para la existencia pero en realidad no existes, solo eres ideas, pero al final no eres nada y es un jodido alivio. La mayoría de nosotros llevamos una máscara y cuando alguien es auténtico eso hace mucho más difícil para los demás llevar esa máscara”

“Tienes que ser tú mismo y decir lo que sientes, y eso es lo que estoy haciendo”, afirma.

Jim Carrey

lunes, 10 de abril de 2023

Irving Yalom



 Entre los temas que surgieron en esta sesión estaba la extraña añoranza que sentía por su antigua vida de adicta. Su explicación de que quizás anhelase una vida simple nos remite a las primeras líneas del presente libro y al pensamiento de Heidegger, quien afirma que cuando uno se sumerge en lo cotidiano les vuelve la espalda a los asuntos más profundos y al autoexamen incisivo.

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