"No quiero vivir una vida insignificante. Abre los ojos, abre las manos. Acabo de llegar de los campos de bayas, con el sol besándome con su boca dorada todo el camino (abre las manos) y las nubes aladas por el viento siguiéndome, pensando que tal vez podría alimentarlas, pero no, traigo estos corazones solo para ti. Mira cuántos, qué pequeños pero tan dulces, y quizás el último regalo que jamás le daré a alguien en este mundo de esperanza y riesgo, así que hazlo. Mírame. Abre tu vida, abre las manos".
Mary Oliver
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