jueves, 2 de mayo de 2019

Carlos Monsiváis

-Una pregunta que le obsesionaba a Carlos Monsiváis era: 
“¿Cuál debe ser una relación ética y justa con los animales?”
-Para él el acto de mayor barbarie era criar animales para torturarlos públicamente, como en las corridas de toros y en los circos.
-Nuestra pasión compartida por los gatos (que se llama elurofilia) adquirió en Carlos dimensiones patológicas. 
-Sus gatos eran sus amos, lo manipulaban, le destrozaban todo, le impedían dormir sin interrupciones, pero su goce elurofílico cancelaba cualquier racionalidad. 
-Esa locura gatuna nos unía y teníamos largas charlas sobre nuestros felinos que, con frecuencia, derivaban al doloroso tema de las emociones de los animales... 
-Él afirmaba: 
"Los animales tienen sentimientos y sienten dolor, alegría, amor y tristeza, como nosotros". Y a continuación se preguntaba, y me preguntaba: 
"¿Qué vamos a hacer para que no los lastimen?"
-Adorador de los gatos, Carlos compadecía a todos los animales vejados, hambrientos o abandonados que encontraba en la calle.
-En alguna ocasión que fuimos a comer nos sorprendió al pedir un bistec, pues todo mundo sabía de su vegetarianismo, para luego salir y ofrecérselo al perro que estaba en la entrada de la fonda.
-Una niña se pasea por la explanada semivacía del palacio de Bellas Artes, de la que ha partido la multitud cargando el féretro para llevar a Carlos a su último paseo por el Zócalo.
-Vestida con una camiseta verde de la selección de futbol de México, chupa una paleta de dulce.
-Sus padres la trajeron al velorio de Carlos Monsiváis.
http://vampiroerudito.blogspot.mx/2015/11/anecdotas-carlos-monsivais.html

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