La importancia de la asistencia espiritual
Era tanto el celo que tenía porque sus religiosas tuvieran siempre asistencia espiritual, que a todos los obispos, de los diversos países desde donde le solicitaban hermanitas, para la atención de los personas enfermas y muy pobres, les exigía como única condición, que dispusieran para las religiosas un sacerdote que les pudiera confesar.
Cierta vez que visitó a las religiosas ya establecidas en un país, notó que ellas no estaban muy en armonía. Enseguida llamó a la encargada del grupo y le preguntó que hacía cuanto tiempo no se confesaban y la religiosa admitió que hacía ya mucho tiempo. De inmediato la Madre Teresa fue a visitar urgentemente al Obispo y le avisó que al otro día se llevaría a todas las religiosas, pues no se había cumplido la promesa de disponerles el sacerdote que les guiara espiritualmente.
El Obispo inmediatamente hizo las gestiones para que ese mismo día todo quedara tramitado para que un sacerdote las visitase a partir del día siguiente
La importancia de la oración.
En otra ocasión algunas religiosas que Madre Teresa visitaba en cierto país, hablaron con ella, pues como tenían mucho trabajo consideraban que debían reducir el tiempo de oración. Y la Madre Teresa les preguntó "¿Cuanto tiempo oran al día?"... y una de las religiosas le contestó: "una hora". "Muy bien -dijo Madre Teresa- a partir de mañana que sean dos"..
Hoy en día, por norma establecida por Madre Teresa, las religiosas deben orar al día, la misma cantidad de horas que dedican al trabajo. Si trabajan 5 horas, deben orar 5 horas y así sucesivamente. Esto es para dar toda la importancia debida a nuestro diálogo con el Señor.
Dios provee...
En una oportunidad Madre Teresa necesitaba viajar urgentemente a Roma junto a dos de sus religiosas. Llegaron al aeropuerto con sus pocas pertenencias y consultaron por el precio de los pasajes, y viendo que no les alcanzaba el dinero, las religiosas de Madre Teresa se entristecieron, pero ella les dijo "No se preocupen, que si es la Voluntad de Dios, El nos proveerá"... Y enseguida se fueron a sentar por allí, cuando un hombre que caminaba por el pasillo reconoció a Madre Teresa. El, cuando joven, la había conocido en unos trabajos solidarios. Se acercó amablemente a saludarla y la invitó junto a las hermanitas a su oficina... Ahora era uno de los directores de la Aerolínea. Le preguntó a Madre Teresa porque estaba en el aeropuerto y ella le explicó. Inmediatamente el hombre le regaló los pasajes de avión que las tres religiosas necesitaban...
Dios provee, siempre...
En una oportunidad Madre Teresa necesitaba viajar urgentemente a Roma junto a dos de sus religiosas. Llegaron al aeropuerto con sus pocas pertenencias y consultaron por el precio de los pasajes, y viendo que no les alcanzaba el dinero, las religiosas de Madre Teresa se entristecieron, pero ella les dijo "No se preocupen, que si es la Voluntad de Dios, El nos proveerá"... Y enseguida se fueron a sentar por allí, cuando un hombre que caminaba por el pasillo reconoció a Madre Teresa. El, cuando joven, la había conocido en unos trabajos solidarios. Se acercó amablemente a saludarla y la invitó junto a las hermanitas a su oficina... Ahora era uno de los directores de la Aerolínea. Le preguntó a Madre Teresa porque estaba en el aeropuerto y ella le explicó. Inmediatamente el hombre le regaló los pasajes de avión que las tres religiosas necesitaban...
Dios provee, siempre...
El verdadero amor
Cada vez que yo entraba a la casa de la Madre Teresa, sentía que Dios recién había salido.
Una señora, impresionada por verla bañar a un leproso, le dijo: yo no bañaría a un leproso ni por un millón de dólares, a lo que Teresa contestó: Yo tampoco porque a un leproso solo se lo puede bañar por amor.
El fruto A la beata Teresa de Calcuta le gustaba entregar una «tarjeta de visita» en la que estaba escrito: «Fruto del silencio es la oración; fruto de la oración la fe, fruto de la fe el amor, fruto del amor el servicio, fruto del servicio la paz»."
Descanso en el amor.
Pregunté a la Madre Teresa en Calcuta: ¿cuándo descansa? y me dijo: Descanso en el amor. Le pregunté: ¿cuál es el lugar del hombre? y me dijo: Donde sus hermanos lo necesitan. Le dije: nunca la escuche hablar de política, y me dijo: Yo no puedo darme el lujo de la política, una sola vez me detuve 5 minutos a escuchar un político, y en esos 5 minutos se me murió un viejecito en Calcuta.
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