Ha habido un antes y un después de Conchita. Entonces, yo recuerdo que a Conchita yo iba a verla por las tardes, cuando terminaba la clase, y una vez le dije: “Tiene que perdonarme, Conchita, porque he tenido mucho que corregir y, entonces, he llegado tarde”. Y ella me miró y me dijo: “¿Tan mal enseñas que no se pueden corregir solos?”. Era una sabiduría especial, yo guardo la grandeza del maestro que te hace sentir, que te hace percibir, que te hace pensar, ¿no? Y que te envuelve, que te envuelve con lo que te da, que es para ti y que tú sabes que es para ti. Pero, fíjate, te lo da sin quitártelo. Te lo da para que tú lo pienses, te lo da para que tú lo elabores, te lo da para que tú lo conquistes. Y es por eso que lo saboreas mejor. Yo recuerdo una vez que ella me decía que tenían que verlo todos los niños. Entonces, yo: “He visto tal, he visto esto, he visto…”. Y decía: “¿Lo han visto todos?”. Y yo decía: “Hombre, todos, todos, no. Hay dos que me han faltado”. Dice: “Tienen que verlo todos”. Digo: “¿Y cómo lo hago yo si faltan dos?”. Siempre me decía: “Tienen que verlo todos”. Y recuerdo una semana antes, ¿verdad?, de que falleciera, pues hablábamos en Los Molinos juntos, y ella me decía… Yo le dije: “Lo que no entiendo, Conchita, es que tengan que verlo todos, todos”. Digo: “Porque, claro, hay tres que no vienen, cinco con hepatitis, uno con…”. Y ella me dijo: “Hombre, todos, todos, va a ser muy difícil”. Y entonces yo dije: “¡Pero si lleva mucho tiempo diciéndome que todos, todos, todos! ¿Qué pasa?”. Y me dijo: “Si yo te hubiera dicho que todos no, te hubieras conformado con que cinco no lo vieran. El próximo año te conformarías con que diez no lo vieran. Y terminarías pasando de tema cuando lo ve uno. Lucha por todos siempre. Ten un reto como profesional, entendiendo que todos son tus alumnos: los que no vienen, los que no pueden asistir, los que tuvieron hepatitis… No tanto porque lo consigues, sino porque tengas la intención de conseguirlo y de no parar de luchar hasta entender que puede haber una posible respuesta para ello”.
José Antonio Fernández Bravo