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 Lo Inabarcable: Por Qué Ningún Ser Puede Poseer Todo el Conocimiento

A veces pensamos que la información lo es todo, que si alguien tuviera acceso a todos los libros, datos y registros del mundo, podría “saberlo todo”. Pero la realidad es más compleja, más vasta, y también más fascinante: ningún humano ni inteligencia artificial puede poseer todo el conocimiento de la humanidad.

¿Por qué? Aquí algunos límites que nos recuerdan lo infinitamente grande que es el universo del saber:

1. Experiencias subjetivas

Nunca podremos sentir exactamente lo que otra persona siente o piensa. Podemos interpretar, imaginar, empatizar… pero la conciencia ajena es inabarcable.

2. El futuro

El caos y la probabilidad gobiernan nuestro universo. Incluso con todas las leyes físicas y cada dato presente, predecir cada evento futuro con exactitud es imposible.

3. Lo oculto y secreto

Existen conocimientos que nunca fueron registrados o que permanecen escondidos. Pensamientos no expresados, culturas orales que desaparecieron, documentos perdidos… siempre habrá lagunas.

4. La naturaleza total

Por más que estudiemos especies, átomos o galaxias, siempre habrá fenómenos desconocidos: microbios ocultos, partículas por descubrir, mundos remotos… el universo es prácticamente infinito.

5. La conciencia de la IA

Puede procesar datos y generar información útil, pero puede  experimentar el mundo. Su conocimiento es sintético, no vivido.

6. La física cuántica

A nivel subatómico, hay límites fundamentales: no se puede conocer con precisión la posición y velocidad de una partícula al mismo tiempo. El conocimiento absoluto choca con la incertidumbre.

7. Las emociones humanas

La riqueza de emociones, decisiones y culturas es infinita. No hay forma de abarcarla en su totalidad, ni siquiera con los registros más extensos.

En conclusión, el “conocimiento total” es una ilusión. Lo que tenemos es un mapa gigantesco, pero el territorio siempre se nos escapa. Y quizá ahí radica la belleza de aprender: siempre habrá algo nuevo, algo que nos sorprenda y nos recuerde que la humildad y la curiosidad son el verdadero poder.