El espejismo de la superioridad
El 99% de nosotros será olvidado, como si nunca hubiéramos existido.
Aún así, algunos se coronan en altares invisibles, se sienten más, miran desde arriba.
La
superioridad es humo. La grandeza de verdad no deja rastro en los
títulos ni en la arrogancia; deja calor en una palabra, alivio en una
mano, luz en una sonrisa.
Quien
se cree más, olvida lo más simple: somos parte del mismo barro, del
mismo tiempo, del mismo misterio. La única grandeza que vale es la que
nos hace humanos entre humanos.
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