lunes, 3 de noviembre de 2025

 La moral como arma tribal 🧬🩸


La moral no es nobleza, ni virtud eterna; es un arma evolucionada para sobrevivir en la selva social. Pablo Malo lo deja claro: lo que llamamos “moralidad” nació en pequeños grupos humanos para mantener cohesionada a la tribu, asegurar cooperación y proteger recursos. No nació para hacer del mundo un lugar justo; nació para garantizar que tu grupo sobreviva y el otro quede fuera.

Este origen tribal explica por qué la moral es tan peligrosa. Dentro del grupo, genera lealtad ciega: obedecemos normas, premiamos a quienes se ajustan y castigamos a quienes disienten. Pero fuera del grupo, surge la hostilidad: el extraño, el distinto, el que cuestiona nuestra visión se convierte automáticamente en enemigo. La moral deja de ser un código de conducta y se transforma en un mecanismo de exclusión.

Hoy, en la era digital, ese instinto tribal se ha vuelto letal. Las redes sociales funcionan como tribunales morales: linchamiento público, señalización de virtud, indignación constante. Las fronteras de la tribu se dibujan en hashtags y memes; la cooperación se confunde con aprobación automática y el que no se somete es demonizado. Malo señala que seguimos repitiendo patrones prehistóricos, pero ahora con megáfonos globales.

Comprender que la moralidad es un producto evolutivo y tribal no es un ejercicio académico: es una advertencia. Nos muestra que nuestras pulsiones de “nosotros contra ellos” no desaparecieron, solo se sofisticaron. La moral, lejos de ser un bálsamo ético, es un arma de doble filo: puede unir, pero también dividir, excluir y hasta destruir.

La clave, según Malo, es reconocer nuestra herencia tribal y aprender a domesticarla. Solo así podremos construir sociedades que cooperen más allá de la lealtad ciega a la tribu, y que entiendan que la verdadera moral no está en señalar enemigos, sino en equilibrar instinto, razón y empatía.

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