Solo palabras

 “La incapacidad para tolerar la ambigüedad es la raíz de todas las neurosis”.

~ Sigmund Freud

1. ¿Qué es la ambigüedad?

La ambigüedad es la presencia de situaciones, emociones o ideas que no son claras, que tienen más de un significado o que son contradictorias. Por ejemplo: amar y temer a alguien al mismo tiempo, no saber si un cambio en tu vida será positivo o negativo, o enfrentarte a información que desafía tus creencias. La vida está llena de ambigüedad, pero nuestra mente suele buscar certezas.

2. La intolerancia a la ambigüedad

Freud sugiere que la raíz de muchas neurosis está en no poder tolerar la incertidumbre. Cuando alguien necesita que todo sea blanco o negro, bueno o malo, seguro o peligroso, y la vida se presenta en grises, aparece ansiedad, estrés o comportamientos obsesivos. La mente intenta “forzar” una solución o una explicación donde no la hay, y eso genera conflicto interno.

3. Ejemplos cotidianos

Relaciones: Querer controlar a la pareja para que siempre actúe “bien” y tener miedo cuando no lo hace.

Trabajo: No aceptar que un proyecto puede fracasar y sentirse paralizado ante la incertidumbre.

Opiniones: No tolerar ideas distintas y reaccionar con enojo o desprecio, porque lo ambiguo amenaza la seguridad interna.

4. Implicaciones psicológicas

El miedo a lo incierto hace que muchas personas desarrollen rituales, compulsiones o evasiones. Por ejemplo, la necesidad de revisar mil veces si cerraste la puerta, o evitar toda situación que tenga riesgo o incertidumbre. Freud vio esto como la semilla de las neurosis: ansiedad, obsesiones, fobias, represión, etc.

5. Más allá de la psicología

En la vida y la sociedad, la intolerancia a la ambigüedad también explica fanatismos, dogmatismos políticos o religiosos, y la polarización. Quienes no toleran el gris buscan verdades absolutas y enemigos claros, y eso genera conflicto social.

Conclusión:

Aceptar la ambigüedad es un acto de valentía. Significa estar dispuesto a convivir con la incertidumbre, a vivir en los matices, a entender que no todo tiene una respuesta clara. Freud nos está diciendo: si no lo hacemos, nuestro psiquismo se enferma, porque la vida nunca será completamente predecible ni ordenada.