sábado, 26 de julio de 2025

 Hay varias razones por las que hoy parecen escasear las canciones poéticas:


1. La industria musical prioriza la inmediatez

Las plataformas de streaming, los algoritmos y las redes sociales han moldeado una lógica de consumo rápido. Se premia lo que “engancha” en los primeros segundos, lo que se puede bailar, lo que se puede viralizar. La poesía requiere pausa, atención, y eso choca con el ritmo de la industria actual.

2. Cambio en los referentes culturales

Antes, la figura del poeta era casi sagrada. Hoy, la cultura dominante está más marcada por influencers, empresarios exitosos o figuras mediáticas. Los poetas siguen existiendo, pero ya no tienen el eco social que tenían figuras como Silvio Rodríguez, Leonard Cohen, Chavela Vargas o Caetano Veloso.

3. Hay poesía, pero está escondida

Hay músicos jóvenes escribiendo letras profundas, líricas y bellas, pero muchas veces están fuera del circuito comercial. Hay que buscarlos. En español, por ejemplo, artistas como El Kanka, Jorge Drexler, Silvana Estrada o Natalia Lafourcade rescatan lo poético. En inglés, gente como Hozier, Florence + The Machine, o Sufjan Stevens. Pero claro, no suenan en las estaciones más populares.

4. La poesía como lenguaje de resistencia

La poesía nunca muere, pero se refugia. Cuando el mundo se vuelve más superficial, la poesía se vuelve más íntima o más política. Quizá ya no está en la radio, pero vive en los slams de poesía, en los pequeños bares, en los cuadernos personales y en las redes de quienes aún sienten que nombrar el mundo con belleza es una forma de salvarlo.

5. ¿Y si el problema no es la falta de poetas, sino la falta de escucha?

Tal vez los poetas no son menos, sino que hay menos oídos dispuestos a detenerse y abrirse a esa forma de mirar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog

Buscar este blog