Son muchos los motivos, me dirás, podrías decirme, para descreer de todo.
Los
jóvenes como vos, herederos de un abismo, deambulan exiliados en una
tierra que no les otorga cobijo. En este desguarnecimiento existencial y
metafísico, sufren huérfanos de cielo y de techo... Debés de pensar que
no hay un cambio posible cuando el valor de la existencia es menor que
el precio de un aviso publicitario.
... Yo también
tengo muchas dudas, y en ocasiones llego a pensar si son válidos los
argumentos con que he intentado hallarle sentido a la existencia. Me
reconforta saber que Kierkegaard decía que tener fe es el coraje de
sostener la duda. Yo oscilo entre la desesperación y la esperanza, que
es la que siempre prevalece, porque si no la humanidad habría
desaparecido, casi desde el comienzo, porque tanto son los motivos para
dudar de todo.
Ernesto Sabato.
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