lunes, 7 de julio de 2025

 La piel erizada de la belleza: Un diálogo entre el arte y el alma

¿Qué es esa punzada en el pecho, ese escalofrío que recorre nuestra espalda al contemplar una obra de arte? No es solo la perfección técnica, ni la fidelidad a la realidad. Es algo más escurridizo, una suerte de resonancia que vibra en lo más profundo de nuestro ser: la belleza.
El arte, en sus múltiples formas, es el vehículo que transporta esa belleza hasta nosotros. No una belleza estática y canónica, sino una belleza viva, palpitante, que nos interpela y nos recuerda nuestra propia humanidad. Pensemos en la luz dorada de un atardecer capturada por un pincel, en la melodía que nos transporta a un recuerdo olvidado, en la danza que expresa aquello que las palabras no alcanzan.
A menudo se debate si el arte debe ser bello. Yo me pregunto, ¿no es acaso la búsqueda de la belleza, en su sentido más amplio, una de las pulsiones fundamentales del artista? No hablo de una belleza complaciente, sino de aquella que nos sacude, que nos hace cuestionar, que nos confronta con nuestras propias sombras y luces.
La belleza en el arte puede ser la armonía de un rostro renacentista, pero también la crudeza desgarradora de un grito expresionista. Puede ser la delicadeza de una filigrana oriental, o la fuerza telúrica de una escultura africana. La belleza no se limita a lo agradable a la vista; reside también en la emoción que despierta, en la idea que transmite, en la historia que susurra.
Cuando nos enfrentamos a una obra que nos conmueve, que nos eriza la piel, estamos experimentando esa conexión profunda con la belleza. Es un instante fugaz, a veces inefable, pero que nos deja una huella imborrable. Es la sensación de que, por un momento, hemos vislumbrado algo esencial, algo que nos conecta con lo trascendente.
Así, el arte se convierte en un espejo donde se refleja nuestra capacidad de sentir, de emocionarnos, de encontrar la belleza incluso en lo inesperado. Y en esa búsqueda y encuentro, reside una de las magias más poderosas de la existencia humana.

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