miércoles, 27 de agosto de 2025


¿Te has preguntado por qué algunas cosas las haces sin pensarlo, aunque quieras cambiarlas? Charles Duhigg, en El poder de los hábitos, nos recuerda que nuestros hábitos gobiernan gran parte de nuestra vida: desde cómo desayunamos hasta cómo reaccionamos ante el estrés. Lo interesante es que no estamos atrapados en ellos; entender cómo funcionan nos da el poder de cambiarlos.

Duhigg explica que los hábitos siguen un “bucle”: una señal que los activa, la rutina que ejecutamos y la recompensa que obtenemos. Por ejemplo, imagina que cada tarde, al sentir estrés, tomas un café y comes una galleta. La señal es el estrés, la rutina es el café y la galleta, y la recompensa es la sensación de alivio que te da ese pequeño placer. Lo increíble es que, cambiando la rutina pero manteniendo la misma señal y recompensa, podemos reemplazar hábitos que no nos sirven por otros que sí nos benefician. Tal vez en lugar de la galleta, una caminata corta o unos minutos de respiración profunda podrían darte el mismo alivio.

Duhigg también habla de los hábitos clave, esos comportamientos que generan un efecto dominó. Dormir bien, hacer ejercicio o dedicar unos minutos a planear tu día no solo mejora ese aspecto de tu vida: cambia cómo trabajas, cómo te relacionas y cómo te sientes contigo mismo. Un pequeño cambio puede desencadenar una serie de mejoras que ni imaginabas.

En pocas palabras, los hábitos no solo nos definen; también nos dan la oportunidad de redefinirnos. Entender cómo se forman y cómo se pueden modificar es la primera herramienta para tomar el control de tu vida. No subestimes el poder de una pequeña acción repetida: cambiar un hábito puede parecer insignificante, pero su efecto acumulativo es capaz de transformar toda tu existencia.


Referencias

Duhigg, C. (2012). El poder de los hábitos: Por qué hacemos lo que hacemos en la vida y en el trabajo. Editorial Random House.


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