La irracionalidad predecible: ¿somos realmente dueños de nuestras decisiones?
Pensamos que somos racionales… pero no siempre es así
Nos
gusta creer que elegimos con lógica y control. Sin embargo, nuestra
mente está llena de atajos, sesgos y trampas que nos llevan a actuar de
manera sorprendentemente predecible. Dan Ariely lo llama “irracionalidad
predecible”: hacemos cosas que no son racionales, pero siguen patrones
claros que se repiten una y otra vez.
Cuando el contexto decide por nosotros
¿Has
comprado algo caro solo porque estaba junto a algo aún más caro? ¿O
elegiste un producto solo porque decía “gratis”? Ariely demuestra que no
somos completamente libres en nuestras decisiones: el contexto, la
presentación y nuestras emociones influyen más de lo que creemos.
No es un fallo personal, es un fenómeno colectivo
Esta
irracionalidad afecta la economía, la política y nuestras relaciones.
Vendedores, publicistas e incluso políticos saben cómo aprovechar
nuestros sesgos. Nos seducen con precios engañosos, ofertas
irresistibles y promesas de exclusividad, manipulando nuestra percepción
sin que lo notemos.
Tomar conciencia es poder
Reconocer
estos patrones nos da una ventaja enorme. Podemos frenar compras
impulsivas, mejorar nuestra salud y evitar errores que afectan nuestra
vida y la de quienes nos rodean. Aceptar nuestra irracionalidad no es
resignarse, sino aprender a vivir de manera más inteligente y
consciente.
Reflexión final
Somos
humanos, y la irracionalidad está en nuestra naturaleza. Pero cuando
entendemos nuestros sesgos, ganamos la oportunidad de transformar
nuestra vida cotidiana, un pequeño paso a la vez.
Referencia bibliográfica
Ariely, D. (2008). Las trampas del deseo: por qué hacemos lo que hacemos y cómo podemos evitarlo. Barcelona: Ariel.
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