sábado, 3 de mayo de 2025




En resumen, la afirmación "el deseo del hombre es el deseo del otro" implica que:
 * Nuestro deseo no es autónomo, sino que se forma en el campo del lenguaje y en la relación con los otros.
 * Buscamos ser deseados y reconocidos por los demás.
 * Nuestro deseo a menudo está mediado por el deseo de otros hacia un objeto.
 * El objeto específico de nuestro deseo es, en última instancia, un intento de llenar una falta estructural inherente a la condición humana.
Esta perspectiva lacaniana nos invita a reflexionar sobre la influencia de la sociedad, la cultura y nuestras relaciones interpersonales en la configuración de nuestros anhelos más profundos. No deseamos en un vacío; nuestros deseos están intrínsecamente ligados a la red de deseos que nos rodea.

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