viernes, 16 de mayo de 2025

 Diálogo imaginario entre Salvador Dalí y Alejandro Jodorowsky

Dalí: Señala al cielo, donde flotan elefantes con patas de araña ¡Jodorowsky, charlatán del cosmos! Tu cine es un circo, pero carece de mi genio. ¿Dónde está la magnificencia de mis lienzos, eh?Jodorowsky: Sonriendo sereno, barajando el tarot Salvador, tus lienzos son espejos de tu ego, bellos pero encerrados en ti. Mi cine es un ritual, un viaje para despertar almas. ¿No te cansas de pintarte a ti mismo?

Dalí: Riendo estruendosamente ¡Jamás! Dalí es el universo, un dios con pincel. Mis relojes blandos, mis jirafas ardientes, son la verdad del tiempo que se desvanece. Tú, con tus “montañas sagradas” y símbolos baratos, solo haces psicodrama para hippies.

Jodorowsky: Coloca la carta del Loco sobre la mesa El Loco, Salvador, eres tú: genial, pero atrapado en tu máscara. Mis películas no son arte para colgar, son machetes para cortar la mente. ¿Por qué temes mirar dentro de ti sin adornos?

Dalí: Ofendido, golpea la mesa, haciendo temblar los relojes ¡Insolente! Yo no temo nada. Mis sueños son tan vastos que el psicoanálisis de Freud se rindió ante mí. Tú, con tus “psicomagias” y cuentos de brujos, eres un vendedor de humo disfrazado de poeta.

Jodorowsky: Con calma, saca la carta de la Estrella La Estrella, Salvador: la inspiración pura. Tú la tuviste, pero la ahogaste en espectáculo. Mi psicomagia no es humo, es un espejo para que otros vean su luz. Dime, ¿cuándo fue la última vez que creaste sin pensar en los aplausos?

Dalí: Pausa, tocándose el bigote Hmmm… Dalí no crea para aplausos, crea para la eternidad. Pero admito, tu “Duna” inacabada tenía algo… un delirio cósmico que casi rivaliza conmigo. ¿Por qué no la terminaste, místico de pacotilla?

Jodorowsky: Ríe suavemente Porque “Duna” no era para terminar, era para soñar. La dejé libre, como un poema que otros completan. Tú, Salvador, ¿dejarías un cuadro sin firmar? ¿O tu ego no te lo permite?Dalí: Fingiendo horror ¡Sin firmar! Eso sería como apagar el sol. Pero… baja la voz tal vez, en otra dimensión, Dalí podría intentarlo. Dime, Alejandro, ¿qué carta soy en tu tarot?

Jodorowsky: Saca la carta del Emperador y la pone junto al Loco Eres ambos: el rey que domina y el loco que vuela. Abraza al Loco, Salvador, y serás más que un mito.

Dalí: Con un brillo en los ojos Y tú, Jodorowsky, eres un loco que se cree emperador. ¡Brindemos por el caos! Levanta una copa que se convierte en langosta

Jodorowsky: Levanta su taza, que se transforma en una rosa Por el caos que crea. ¡Salud, maestro! Ambos ríen, mientras el desierto se disuelve en un torbellino de colores, y el café se convierte en una nave que surca las estrellas

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