miércoles, 4 de junio de 2025


 La frase “nada es más doloroso para la mente humana que un gran cambio repentino” aparece en Frankenstein de Mary Shelley, y tiene que ver con cómo las personas lidian con el trauma, la pérdida o cualquier giro drástico de la realidad. Shelley está apuntando a algo profundamente humano: la mente necesita tiempo para adaptarse a nuevas circunstancias. Cuando el cambio es abrupto —la muerte de un ser querido, una traición, una catástrofe— la psique se desestabiliza porque no tiene recursos inmediatos para integrar lo que ha ocurrido.

Hay al menos tres capas de sentido en esa frase:


1. Psicológica

Mary Shelley anticipa lo que hoy entendemos como trauma: la mente humana puede entrar en crisis cuando no tiene un marco para procesar lo que ha sucedido. El shock nos deja sin defensas internas. El dolor no solo viene del hecho mismo, sino de la ruptura del equilibrio mental.


2. Narrativa (en Frankenstein)

Dentro de la novela, esta frase aparece cuando Víctor Frankenstein comienza a sufrir las consecuencias de sus actos. El "gran cambio" es la aparición de la Criatura y la serie de tragedias que se desatan. Él no está preparado para asumir responsabilidad ni para entender lo que ha hecho. La frase refleja su colapso emocional ante la enormidad de lo que ha causado.


3. Filosófica

Shelley sugiere que no es el sufrimiento lento lo que más hiere, sino aquello que rompe la continuidad del mundo. Un cambio repentino es una violencia contra el orden mental: algo que no se puede anticipar, prever ni asimilar fácilmente. Eso es lo que realmente duele.

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