1. ¿Existe algo que nos impida modificar nuestro comportamiento?
Sí, existen obstáculos reales, pero eso no significa que el cambio sea imposible. Algunos factores que dificultan cambiar son:
Hábitos profundamente arraigados
Factores neurológicos o genéticos (como predisposición a la adicción)
Ambiente social y cultural
Traumas o problemas emocionales no resueltos
Desinformación o falta de estrategias efectivas de cambio
Pero
tener obstáculos no equivale a estar completamente determinado. Es
posible cambiar, aunque no siempre sea fácil ni inmediato.
2. ¿Una persona que no sea alcohólica no puede reducir la bebida?
Sí
puede, y en general tiene más margen de maniobra que alguien con
dependencia física o psicológica. La diferencia es que una persona
alcohólica tiene alteraciones cerebrales y de comportamiento que hacen
el cambio más difícil (aunque no imposible). Pero ser no-alcohólico no
garantiza el cambio si la persona no tiene voluntad o motivos
suficientes.
3. ¿Una persona que come demasiado no puede evitarlo?
Puede, pero nuevamente, depende de muchos factores:
Hay personas con trastornos de la conducta alimentaria
Hay un fuerte componente emocional (comer por ansiedad, tristeza, etc.)
Muchas veces el entorno promueve el sobreconsumo (comida ultraprocesada, cultura del exceso)
Cambiar implica un proceso, no solo fuerza de voluntad.
4. ¿Somos responsables de lo que hacemos?
En
principio, sí, pero con matices. Ser responsable no significa que todo
lo hagamos con total libertad o claridad mental. Más bien, implica que:
Tenemos cierto grado de conciencia y capacidad de elegir
Aun cuando estemos condicionados, podemos trabajar en cambiar esos condicionamientos
La responsabilidad también incluye buscar ayuda si no podemos solos
Entonces,
no todo está bajo control, pero no somos marionetas sin opción. Somos
responsables en tanto que podemos aprender, reflexionar y actuar para
mejorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario