Cuando Ely-Lilly intentó lanzar el Prozac en China, la empresa se dio de bruces contra la misma filosofía. Los representantes comerciales de la farmacéutica dijeron: «Si alguien está deprimido, debería tomar Prozac.» «Pero eso carece de sentido», respondieron los médicos chinos. «Si una persona necesita Prozac, toda su familia necesita Prozac.» En resumidas cuentas, si estás deprimido en Estados Unidos, el problema es tuyo. En China, si estás deprimido, el problema es de la familia. Ahora adivina qué cultura está prosperando y cuál se está desintegrando. La cultura del «yo» no se sostiene por sí misma. La cultura del «nosotros» perdurará. ¿Por qué? Porque las personas felices, igual que las culturas perdurables, descienden de familias felices. Y a las familias felices las guía el poder del Tao
Lou Marinoff
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