domingo, 7 de diciembre de 2025

 

Vivir con lo mínimo: Exposición de la desigualdad en Estados Unidos a través de Nickel and Dimed

Barbara Ehrenreich, periodista y socióloga, decidió sumergirse en la vida de los trabajadores de bajos ingresos en Estados Unidos. Con su libro Nickel and Dimed: On (Not) Getting By in America, nos invita a acompañarla mientras enfrenta la rutina de empleos mal pagados, desde limpieza doméstica hasta supermercados y restaurantes de comida rápida. Lo que emerge es una verdad incómoda: el llamado “sueño americano” es, para millones, una ilusión que oculta la injusticia estructural que atraviesa la vida laboral y social del país.

La ilusión del sueño americano

El mito del éxito basado únicamente en el esfuerzo personal se derrumba frente a la experiencia de Ehrenreich. Trabajar 60 horas a la semana en empleos de baja remuneración aún no alcanza para cubrir necesidades básicas como vivienda, alimentación y transporte. La sociedad, convenientemente, culpa al individuo: si estás en pobreza, es porque “no trabajaste lo suficiente” o “no te esforzaste lo bastante”. Ehrenreich muestra que esta narrativa ignora las estructuras económicas que perpetúan la desigualdad y la precariedad. La promesa de prosperidad para quien trabaja duro no es más que un espejismo que, para muchos, desaparece tan pronto cruzan la puerta de sus hogares mal pagados y mal acondicionados.

Trabajo precario y deshumanización

Más allá de la pobreza económica, el trabajo mal remunerado degrada la dignidad humana. Ehrenreich experimenta la presión constante de rendir al máximo en entornos supervisados y exigentes, donde la eficiencia se valora más que la salud, el bienestar o incluso la seguridad del trabajador. La invisibilidad social de estos empleos esenciales convierte a quienes los realizan en engranajes reemplazables: cuerpos que deben producir, cuerpos que no importan. La deshumanización no es un efecto secundario; es parte integral de un sistema que prioriza la ganancia sobre la vida de las personas.

Género y pobreza

La experiencia de Ehrenreich también revela cómo la pobreza impacta de manera desigual a las mujeres. Más allá del salario insuficiente, deben enfrentar acoso, inseguridad y sobrecarga laboral. La combinación del trabajo remunerado con responsabilidades domésticas no reconocidas las coloca en una posición de vulnerabilidad doble. Ehrenreich escribe: “Las mujeres en estos trabajos no solo luchan por sobrevivir económicamente, sino también por ser respetadas”. La estructura social y laboral amplifica estas desigualdades, recordándonos que la pobreza no es neutral, y que el género condiciona la manera en que se vive la marginalidad económica.

Periodismo encubierto y ética

El método de Ehrenreich —adoptar una identidad falsa para trabajar entre los más pobres— plantea dilemas éticos, pero permite un acceso único a la realidad que las estadísticas y entrevistas tradicionales no ofrecen. Solo viviendo entre ellos pudo comprender la magnitud de la desigualdad, exponiendo con honestidad las condiciones que enfrentan los trabajadores invisibles del país. Este periodismo encubierto demuestra que revelar la verdad requiere no solo observación, sino participación, aunque implique cuestionar los límites éticos de la investigación.

Conclusión

Nickel and Dimed no es solo un testimonio de pobreza; es un espejo que refleja la injusticia estructural que sostiene la economía estadounidense. La ilusión del sueño americano, la deshumanización del trabajo precario, las desigualdades de género y la fuerza del periodismo encubierto convergen en una narrativa que obliga a preguntarnos: ¿qué cambios serían necesarios para que millones de trabajadores dejen de vivir con lo mínimo y empiecen a vivir con dignidad?

Barbara Ehrenreich nos recuerda que la pobreza no es un fracaso individual, sino un fallo del sistema. Su libro es un llamado a mirar de frente la desigualdad y cuestionar un orden que premia la ganancia por encima de la vida humana.

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