miércoles, 29 de noviembre de 2023

Steinbeck


 Ahora permíteme brindarte el beneficio de mi experiencia para enfrentarse a 400 páginas de material en blanco, un montón apabullante a rellenar. Sé que nadie quiere realmente el beneficio de la experiencia de nadie y por eso probablemente se ofrece tan libremente. Pero las siguientes son algunas de las cosas que he tenido que hacer para evitar volverme loco.

1. Abandona la idea de que alguna vez vas a terminar. No pienses en ese montón de 400 páginas y escribe solo una página para cada día; ayuda. Entonces cuando uno termina, siempre te sorprendes.

2. Escribe libremente y lo más rápido posible y apunta todo sobre el papel. Nunca corrijas ni reescribas hasta que todo esté escrito. La reescritura en proceso suele ser una excusa para no continuar. También interfiere con el flujo y el ritmo, que solo pueden provenir de una especie de asociación inconsciente con el material.

3. Olvida tu audiencia generalizada. En primer lugar, el público sin nombre y sin rostro te asustará de muerte y, en segundo lugar, a diferencia del teatro, no existe. En la escritura, tu audiencia es un solo lector. Descubrí que a veces es útil elegir a una persona, una persona real que conoces o una persona imaginada y escribirle a esa persona.

4. Si una escena o una sección te supera y sigues creyendo que la necesitas, evítala y continúa. Cuando hayas terminado todo, puedes volver a ella y entonces puedes descubrir que la razón por la que causó problemas es porque no pertenecía allí.

5. Cuídate de una escena que se vuelve demasiado querida para ti, más querida que el resto. Generalmente encontrarás que está fuera de lugar.

6. Si estás utilizando el diálogo, dilo en voz alta mientras lo escribes. Sólo entonces tendrá el sonido del habla.

(de una carta a Robert Wallsten, febrero de 1962)

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