En nuestra juventud vivimos como si fuéramos inmortales. La conciencia de la mortalidad nos rodea juguetonamente como una frágil cinta de papel que apenas nos roza la piel. ¿En qué momento de la vida cambia eso? ¿Cuándo comienza a apretar la cinta cada vez más hasta que nos ahoga? ¿Cómo reconocemos esa presión suave pero inflexible que nos anuncia que nunca más cederá? ¿Cómo la reconocemos en los otros? ¿Cómo, en nosotros mismos?
Pascal Mercier
No hay comentarios:
Publicar un comentario