
"Simplemente no soy de este mundo... yo habito con frenesí la luna. No tengo miedo de morir. Tengo miedo de esta tierra ajena, agresiva. No puedo pensar en cosas concretas; no me interesan. Yo no sé hablar como todos. Mis palabras son extrañas y vienen de lejos, de donde no es, de los encuentros con nadie. ¿Qué haré cuando me sumerja en mis fantásticos sueños y no pueda ascender? Porque alguna vez tendrá que suceder. Me iré y no sabré volver. Es más, no sabré siquiera que hay un "saber volver", no lo querré acaso".
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