martes, 9 de octubre de 2012

Paradigmas


No es posible acercarse al futuro creativamente si se está anclado en viejos paradigmas, ya que estos influencian nuestras percepciones y actuaciones. El reto que aquí se plantea es reconocer los modelos que no permiten avanzar en el cumplimiento de los objetivos y desafíos nuevos.

Un ejemplo claro de la persistencia en un paradigma es el de los suizos, cuya industria relojera dominó el mercado durante más de 100 años, sin embargo, un buen día, un inventor llegó con una idea innovadora, el reloj de cuarzo, más preciso y efectivo que los complejos relojes hasta la fecha diseñados, sin embargo, fue rechazada, la idea ni siquiera fue patentada y no pasaría mucho tiempo para que los japoneses acogieran el invento en la feria mundial de ciencia y empezaran a producirlo en masa; fue entonces que se apoderaron del mercado de relojes desplazando a los Suizos.
Cuando los investigadores suizos presentaron la revolucionaria idea del reloj de cuarzo a los fabricantes de relojes en 1967, la idea fue terminantemente rechazada. “Después de todo, no tiene resortes, no necesita ejes, no requiere engranajes, funciona con pilas, es electrónico. De ninguna manera puede ser el reloj del futuro”. Tan seguros estaban los fabricantes suizos de tal conclusión que permitieron que sus investigadores exhibieran su inútil invento en el congreso mundial de relojería de aquel año.
 Una nueva regla, una manera distinta de hacer las cosas, que echó por tierra antiguos métodos y los rezagó en el competitivo mercado mundial.

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