"—¿Qué tipo de trabajo hacía usted para ganar ese “poco dinero” de vez en cuando?
—Lo
que se presentara. Yo podía hacer un poco de casi cualquier cosa:
manejar lanchas, pintar casas, pilotar aviones. Nunca necesitábamos
mucho dinero porque entonces la vida era barata en Nueva Orleáns, y todo
lo que quería era un lugar donde dormir, un poco de comida, tabaco y
whisky. Había muchas cosas que yo podía hacer durante dos o tres días a
fin de ganar suficiente dinero para vivir el resto del mes. Yo soy, por
temperamento, un vagabundo y un perezoso. El dinero no me interesa tanto
como para forzarme a trabajar para ganarlo. En mi opinión, es una
vergüenza que haya tanto trabajo en el mundo. Una de las cosas más
tristes es que lo único que un hombre puede hacer durante ocho horas,
día tras día, es trabajar. No se puede comer ocho horas, ni beber ocho
horas diarias, ni hacer el amor ocho horas… Lo único que se puede hacer
durante ocho horas es trabajar. Y esa es la razón de que el hombre se
haga tan desdichado e infeliz a sí mismo y a todos los demás".
Fragmento de una entrevista a William Faulkner
No hay comentarios:
Publicar un comentario