¿Te has preguntado alguna vez por qué los poetas, los narradores y los filósofos han sido tan valorados en todos los tiempos? No producían bienes, no construían casas ni conquistaban un imperio, y tampoco inventaban aparatos nuevos. Todo lo que podían hacer era soñar y hablar con los demás acerca de sus sueños y visiones. En diferentes siglos y en distintas civilizaciones, estos sueños tomaron muchas formas: las epopeyas de Homero y las visiones sufíes de Mukhi al-Din Ibn Arabi; los cuentos de Hans Christian Andersen y la filosofía de Dostoievski; las fantasías realistas de John Faulz y las novelas de J. K. Rowling. ¿Qué une a todas estas obras y otras miles escritas en diferentes épocas de la historia humana? Tienen distintos idiomas, estilos, maneras y pertenecen a diferentes continentes. Tienen algo en común: la imaginación y las imágenes surgidas en el cerebro de un escritor, filósofo o místico religioso se convierten en palabras y pasan a ser propiedad de la civilización. ¿Por qué estas historias son tan valoradas por otras personas? ¿Por qué los logros materiales de una época, como la ropa, utensilios, adornos y artículos de riqueza, desaparecieron sin dejar rastro, pero la más delicada cadena de palabras continuó viva después de que su creador se hubiera ido y, tras un tiempo, se convirtió en el orgullo de la nación? ¿Por qué nosotros, los seres humanos, somos tan aficionados a los cuentos de hadas y fantasías? ¿Qué esperamos encontrar en esas historias inventadas por otra persona?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Archivo del blog
-
►
2024
(940)
- ► septiembre (107)
-
▼
2023
(855)
- ► septiembre (72)
-
▼
marzo
(63)
- Rutger Bregman
- Hermann Hesse
- Todo el mundo es responsable, totalmente responsa...
- Osho
- Yanis Varoufakis
- KONSTANTIN KOROTKOV
- César Rendueles
- Cuando una vez le preguntaron a Tales que por qu...
- Sam Kean
- Cuando saquéis lo que hay dentro de vosotros, eso...
- Siempre ha sido evidente que en ciertas circunsta...
- John N Gray
- Rafael Alberti
- Un joven monje llegó a un famoso monasterio. Era ...
- Respetar profundamente la realidad implica acepta...
- León Tolstói
- JOHANN WOLFGANG VON GOETHE
- Cesare Pavese
- Alvaro Scaramelli
- Si tú estás viviendo tu vida y yo estoy viviendo...
- Shakespeare
- Rainer Maria Rilke
- Raghava KK
- Hafez
- Louise Michel
- Mario Alonso Puig
- Ousman Umar
- Habiendo perdido la habilidad de coser, pescar y ...
- Paracelso
- Rafael Santandreu
- Jordi Sierra i Fabra
- Hay un relato muy sugerente que procede de Jap...
- Oliver Sacks
- Hermann Hesse
- Juan José MIlás | Fotografía de un sueño | imagina...
- Alvaro Neil
- Fiódor Dostoievski
- Sabato y Borges. Estuvieron distanciados casi 20 a...
- Ernesto Sabato
- Isabel Allende
- Zygmunt Baumann
- Maximiliano Voloshin
- María Sabina
- Solum certum nihil esse certi Et homine nihil mis...
- SÉNECA
- Gary Cox
- Malvidio Malatesta
- EDNA ST. VINCENT MILLAY
- PLATÓN
- Carta de Virginia Woolf a su esposo Leonard antes...
- BERTRAND RUSSELL
- Alan Watts
- Juan Villoro
- Jorge Luis Borges
- "En la primavera de 1938 estaba trabajando por el...
- El ejemplo más asombroso de este tipo de coincide...
- Oliverio Girondo
- Milan Kundera
- Manolo Chinato
- «Un día me dirigía a una importante reunión con u...
- John Gray
-
►
2022
(630)
- ► septiembre (27)
-
►
2021
(1053)
- ► septiembre (59)
-
►
2020
(1232)
- ► septiembre (75)
-
►
2017
(272)
- ► septiembre (28)
-
►
2016
(153)
- ► septiembre (29)
-
►
2015
(385)
- ► septiembre (4)
-
►
2014
(562)
- ► septiembre (15)
-
►
2013
(1055)
- ► septiembre (68)
-
►
2012
(769)
- ► septiembre (108)
No hay comentarios:
Publicar un comentario