sábado, 22 de enero de 2022

 El frío ahí afuera, el frío que asciende cuando desciende el calor del amor, el frío que corre por los pasillos del cuerpo que unen o desunen al corazón con el cerebro (o viceversa), el frío que hace danzar al mercurio rojo sangre la danza del termómetro, el frío que se siente en los huesos cuando comienzan a cerrarse las puertas de la juventud, el frío que no se puede aislar con abrigos o calefactores, el frío que es todavía más frío cuando pensamos en qué frío que hace, el frío del pasado que es también el frío del futuro y los fríos que no podemos dejar de pensar y sentir junto a este frío del presente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog

Buscar este blog