viernes, 8 de octubre de 2021


 

«¡Mamá, Papá! ¡Je suis grand, je suis de nouveau un homme!» Cria-til

«¡Madre y padre!» gritó. «Soy un niño grande, ¡soy un ser humano otra vez!»

Me fascinó la frase «je suis de nouveau un homme». en particular. A medida que crecí, seguía sufriendo dificultades en diferentes ámbitos de la vida: en mi familia, en mi relación con la sociedad japonesa y en mi forma de vivir en general en la segunda mitad del siglo XX. He sobrevivido representando estos sufrimientos míos en la forma de la novela. En ese proceso me he encontrado repitiendo, casi suspirando, ‘je suis de nouveau un homme!’ Hablar así en lo que a mí respecta es quizá inapropiado para este lugar y para esta ocasión. Sin embargo, permítanme decir que el estilo fundamental de mi escritura ha sido partir de mis asuntos personales y luego vincularlo con la sociedad, el Estado y el mundo.

Hace medio siglo, mientras vivía en la profundidad de ese bosque, leía Las Aventuras de Nils y sentía dentro de ella dos profecías. Una de ellas era que algún día llegaría a ser capaz de entender el lenguaje de las aves. La otra era que un día podría volar con mis queridos gansos salvajes – preferiblemente a Escandinavia.

Después de casarme, el primer hijo que nacimos era mentalmente discapacitado. Lo llamamos Hikari, que significa «Luz» en japonés. Como un bebé, sólo respondió a los chirridos de las aves silvestres y nunca a las voces humanas. Un verano, cuando tenía seis años, estábamos en nuestra casa de campo. Oyó un par de rieles de agua (Rallus aquaticus)Chirriando desde el lago más allá de una arboleda, y dijo con la voz de un comentarista sobre una grabación de aves silvestres: «Son rieles de agua». Este fue el primer momento en que mi hijo pronunció palabras humanas. Fue a partir de entonces que mi esposa y yo comenzamos a tener comunicación verbal con nuestro hijo.

Hikari ahora trabaja en un centro de formación profesional para discapacitados, una institución basada en ideas que aprendimos de Suecia. Mientras tanto, ha estado componiendo obras de música. Los pájaros fueron los originadores que ocasionaron y mediaron su composición de la música humana. En mi nombre HikariHa cumplido así la profecía de que algún día podría entender el lenguaje de los pájaros. Debo decir también que mi vida habría sido imposible, pero para mi esposa con su abundante fuerza femenina y sabiduría. Ella ha sido la encarnación misma de Akka, el líder de los gansos salvajes de Nils. Junto con ella he vuelto a Estocolmo y la segunda de las profecías también se ha realizado, para mi mayor deleite.

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