viernes, 15 de mayo de 2020

Carl Sagan

Carl Sagan and his wife Ann Druyan - Album on Imgur
«Cuando mi esposo murió, era tan famoso y conocido por no ser creyente, que muchas personas me preguntaron 
–y todavía me pasa a veces– 
si Carl había cambiado y se había convertido al final en un creyente en la vida después de la muerte. 
También me preguntaron con frecuencia si creo que lo volveré a ver.
 Carl se enfrentó a su muerte con coraje y tenacidad y nunca buscó refugio en ilusiones.
 La tragedia fue que los dos sabíamos que nunca nos volveríamos a ver.

No espero volver a reunirme con Carl. Pero lo más grandioso es que mientras estuvimos juntos, 
por casi 20 años, vivimos con una apreciación real de lo breve que es la vida y lo preciosa que es.
 Nunca trivializamos el significado de la muerte fingiendo que era algo más que una separación definitiva. 
Cada momento que estuvimos vivos y estuvimos juntos fue milagroso, pero no en el sentido de inexplicable
 o sobrenatural.

Sabíamos que habíamos sido beneficiados por el azar... Que el azar puro haya sido tan generoso y
 tan amable que nos pudimos encontrar, 
como Carl escribió tan bellamente en "Cosmos", ya sabes, en la inmensidad del espacio y la inmensidad del tiempo... 
que hayamos podido estar juntos durante veinte años. 
Eso es algo que me sostiene y que es mucho más significativo...
 la forma en que me trató y en que lo traté, la forma en la que nos cuidábamos el uno al otro
 y a nuestra familia mientras vivió. Esto es mucho más importante que la idea de que lo volveré a ver algún día.

No creo que vuelva a ver a Carl nunca más.

Pero lo vi. Nos vimos el uno al otro. Nos encontramos el uno al otro en el cosmos, y eso fue maravilloso».

Ann Druyan

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