Frente al río Rubicón, límite entre Italia y la Galia, después de haber conquistado esta última se encontraba Julio César cuando mencionó esta frase. Sabía que cruzando el río daba comienzo a la guerra civil en Roma, contra Pompeyo y la autoridad del Senado.
Hay varias versiones de la historia y la frase: "La suerte esté echada", "Echad la suerte", "Los datos están echados, esperemos ahora la suerte". Pero en cualquier caso, el mensaje es el mismo. Julio César sabía que el cruce del río por su ejército era un punto de no retorno y la suerte estaba echada a partir de aquel momento.
Actualmente se utiliza esta frase para indicar exactamente esta idea, la suerte está echada, ya no queda más remedio...
No hay comentarios:
Publicar un comentario