jueves, 26 de abril de 2012

Realidad




La vida diaria que percibimos con nuestros cinco sentidos, no es realidad.

La física cuántica ha mostrado, que el espacio y tiempo, son ilusiones de la percepción, por lo tanto, nuestros cuerpos no pueden ser realidad si ocupan un espacio.

Enrest Rutherford, realizó un experimento en Manchester, que le reveló la forma del interior del átomo. Los científicos se conmocionaron al descubrir que el átomo es en su mayoría un espacio vacío.

La pregunta entonces fue: ¿Cómo es posible que este átomo vacío pueda formar el mundo sólido que nos rodea?

Nuestra verdadera conciencia no existe en nuestros cerebros o en nuestros cuerpos. La disolución de nuestros cuerpos individuales, junto con la desinformación de nuestros verdaderos orígenes, ha manifestado la idea de que todos pensamos independientemente. Con este mal entendido, parecería imposible explicar científicamente la telepatía, la clarividencia, los mediums espirituales, y otros fenómenos involucrados en la transferencia de información entre las fuentes, sin el uso de medios físicos de comunicación.

Pero cuando uno entiende que hay una unión espiritual entre todas las cosas en el universo, y que todos somos parte de una inteligencia divina, ningún fenómeno es inexplicable.

Esta simple comprensión llena todos los agujeros en las religiones actuales y explica la reencarnación, deja vu, predicciones del futuro y literalmente, la ocurrencia de cada evento o anomalía alguna vez experimentada. La materia vacía dentro de los bloques más básicos en la construcción de existencia perceptible, es maleable y moldeada a través de la intención.

Esto significa que la conciencia le da forma a nuestra realidad.




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