martes, 11 de agosto de 2020

Milan Kundera

Milan Kundera Quotes | Citas de libros, Palabras, Frases
¿Qué poeta no ha soñado con su muerte? ¿Qué poeta no la ha representado en imágenes? Ay,  si  he  de  morir,  que  sea,  mi  amor,  contigo,  y  en  llamas  convertido,  sólo  ardor,  res-plandor.,. ¿Creéis  que  fue  sólo  un  juego  casual  de  la  fantasía  el  que  llevó  a  Jaromil  a  imaginarse  su  muerte  entre  las  llamas?  De  ninguna  manera;  y  es  que  la  muerte  es  un  mensaje; la muerte habla; el hecho de la muerte tiene su propia semántica y no da lo mismo el modo en que el hombre muera y en qué elemento muera.Jan  Masaryk  encontró  su  muerte  cayendo  desde  la  ventana  de  un  palacio  de  Praga  después de ver que su destino se rompía contra la dura quilla de la Historia. Tres años más tarde  el  poeta  Konstantin  Biebl,  perseguido  por  aquellos  a  quienes  había  considerado  sus  camaradas, se arroja desde un quinto piso y cae sobre el empedrado de esa misma ciudad (la ciudad de las defenestraciones) para morir como Ícaro en la dura tierra y representar con su muerte la trágica discordia del espacio y el peso, del despertar y el sueño.El Maestro Jan Hus y Giordano Bruno no podían morir por la cuerda o la espada, sino únicamente en la hoguera. Sus vidas se convirtieron así en una señal de fuego, en la luz de un faro, en una antorcha que ilumina hasta muy lejos en el tiempo; porque el cuerpo es temporal y el pensamiento eterno y el ser tembloroso de la llama es la imagen del pensamiento. Jan Palach, que veinte años después de la muerte de Jaromil se roció con gasolina en una plaza de Praga y se prendió fuego, difícilmente hubiera podido gritar a la conciencia de la nación muriendo ahogado.En  cambio  Ofelia  es  inconcebible  entre  las  llamas  y  tuvo  que  morir  entre  las  aguas,  porque la profundidad del agua representa lo mismo que la profundidad en el hombre; agua es  el  elemento  mortal  de  los  que  se  han  perdido  dentro  de  sí  mismos,  en  su  amor,  en  sus  sentimientos,  en  su  locura,  en  sus  espejos  y  en  sus  remolinos;  en  el  agua  se  ahogan  las  muchachas de las canciones populares cuando su amado no regresa de la guerra; al agua se tiró Harriet Shelley; en el Sena se ahogó Paul Celan.

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