martes, 8 de febrero de 2011

Malvidio Malatesta


Tan feliz como un domingo
soñando lo que quieres ser
tan triste como la madre
esperando al hijo que se fue

tan valiente para seguir con esta
vida tan impredecible y cruel
tan cobarde para no invitar
a ese chica a tomar un café

como capitanes de un barco
cruzando el alta mar
como un artista enamorado
de los sueños por venir

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