miércoles, 30 de diciembre de 2020



 Prometo no amarte eternamente,

ni serte fiel hasta la muerte,
ni caminar tomados de la mano,
ni colmarte de rosas,
ni besarte apasionadamente siempre.
Juro que habrá tristezas,
habrá problemas y discusiones
y miraré a otras mujeres,
tú miraras a otros hombres.
Juro que no eres mi todo,
ni mi cielo ni mi única razón de vivir,
aunque te extrañe aveces.
Prometo no desearte siempre,
a veces me cansaré de tu sexo,
y tú te cansaras del mío;
y tu cabello en algunas ocasiones
se hará fastidioso en mi cara.
Juro que habrá momentos
en los que sentiremos un odio mutuo,
desearemos terminar todo y
quizás lo terminaremos,
más te digo que nos amaremos,
construiremos, compartiremos.
¿Ahora sí puedes creerme que te amo?
¿Ahora sí puedes entender cuánto te amo?

-Raul Gomez Jattin

Milan Kundera

Pin on Sadness
"Pero, ¿era amor? La sensación de que quería morir junto a ella era evidentemente desproporcionada: ¡era la segunda vez que la veía en la vida! ¿No se trataba más bien de la histeria de un hombre que en lo más profundo de su alma ha tomado conciencia de su incapacidad de amar y que por eso mismo empieza a fingir amor ante sí mismo?".




 "La mejor Navidad que puedo recordar

Yo estaba en una pequeña habitación en Filadelfia.

Y cerré las persianas,
y me fui a la cama,
y me tapé con las cobijas.

No había teléfono,
no habia tarjetas Navideñas,
no había familia,
no había regalos.

Y creo que me sentí mejor
que nadie en la ciudad
y casi nadie en cualquiera de las ciudades.

Y celebré la víspera de año nuevo
de la misma manera".

-Charles Bukowski

Jordi Sierra i Fabra

Un médico estudia medicina, le dan un diploma y tiene un punto en el que apoyarse. Un arquitecto igual, un diploma, tal y cual. Un trabajador, un lampista, es un oficio. Lo aprende, es lampista. Pero escritor ni se estudia ni se aprende, se siente. Escribir es algo que sale de dentro, de las tripas. Por tanto, aquel chaval que era yo, dije: «¿Qué puntos tengo yo de apoyo?». No tenía ninguno. No tenía nada a lo que agarrarme. «¿Cómo seré escritor?». Esa novela me hizo pensar en lo que yo creía de la vida y de mí mismo. Entonces me construí, en lugar de tener en la pared algo, me construí un taburete mental de cinco patas. Un taburete, sabéis lo que es un taburete, con cinco patas y me senté encima. Ese fue mi punto de apoyo, mi trono. ¿Cuáles son las cinco patas? Las cinco palabras que han marcado toda mi vida. Amor. Paz. Respeto. Honradez. Y esperanza.

Para mí la paz es esencial. Nunca he entendido la violencia. Nunca. Me supera, me supera. Para mí es algo… Cuando tuve que hacer la mili, obligatoria en aquel tiempo, me negué. Y tuve que sobornar a un militar para no ir al Sidi Ifni, al África, con un uniforme. Para mí los uniformes me dan miedo y las armas las odio. Así que me jugué un consejo de guerra, que me fusilaran, pero me negué. No podía entenderlo, así que no fui. Por tanto, para mí la paz es esencial.

El amor. Hay que enamorarse cada día. Y enamórate de cosas, de una ciudad, de algo. El amor es necesario. Respeto. La gente no se respeta. Fijaos bien, hemos creado herramientas maravillosas como Internet o Twitter o Facebook, y las estamos usando para odiar. Cuando veo en Internet «Las redes arden». No. Arden cincuenta mil descerebrados sin nada más que hacer que meterse con el traje que llevaba Sergio Ramos en la boda o con el peluquín que lleva el otro tío en no sé qué. ¿Eso es importante? Anda ya, por Dios. Por tanto, no hay respeto. Honradez. La cuarta. Vivimos en un mundo… Fijaos la corrupción que hay, el dinero que hay del narcotráfico, ¿adónde va a parar? O sea, un tipo que encima roba a su país o a su partido o lo que sea, y encima se lo lleva a Suiza. La honradez es básica. Dame a una persona honrada y tendré alguien en quien creer.

Y por último la esperanza. ¿Por qué es lo último? Veréis, siento decirlo, no creo en dioses ni en paraísos ni en más allás. No. Creo que somos un accidente cósmico maravilloso, pero mi vida es esto aquí y ahora. Y cada día me levanto con una ilusión tremenda. Hay días en que ni me lavaría porque he dejado el libro el capítulo cuatro y quiero escribir el quinto. Y tengo ganas de ponerme a escribir. Por tanto, mi esperanza es únicamente lo que hago cada día. Estar vivo, tener la ilusión de escribir, de ser feliz, de hacer lo que me gusta y punto. Y sueño. Y mi gran ilusión sería morir con 100 años y escribiendo. Entonces ese taburete, esas cinco patas, esas cinco palabras nacen de leer un libro que me hizo pensar en quién era yo y cómo quería. Y todo el mundo tiene que encontrarlo si lee.

Antony De Mello

 La soledad no se cura con la compañía humana. La soledad se cura con el contacto con la realidad. Tengo muchísimo que decir sobre eso. El contacto con la realidad, la desaparición de nuestras ilusiones, el contacto con lo real. Sea lo que sea, no tiene nombre. Solamente podemos conocerlo abandonando lo que es irreal. Usted puede saber lo que es la soledad cuando deja de aferrarse, cuando renuncia a su dependencia. Pero el primer paso para lograrlo es que lo vea como deseable. Si no lo ve como deseable, ¿cómo puede llegar a acercarse? Piense en su soledad. ¿Desaparecería por la compañía humana? Ésta sólo servirá de distracción. Adentro hay un vacío ¿no es así? Y cuando el vacío sale a la superficie, ¿qué hace usted? Huye, enciende el televisor, enciende el radio, lee un libro, busca compañía humana, busca entretenimiento, busca distracción. Todo el mundo hace eso. Actualmente esto es un gran negocio, una industria organizada para distraernos o entretenernos.



 "La gente se aferra a la costumbre como a una roca, cuando en realidad debería desprenderse y zambullirse en el mar. Y vivir".


-Charles Bukowski.

 Y en el juego angustioso de un espejo frente a otro

cae mi voz
y mi voz que madura
y mi voz quemadura
y mi bosque madura
y mi voz quema dura
como el hielo de vidrio
como el grito de hielo’

Xavier Villaurrutia

martes, 29 de diciembre de 2020

 "La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser. El humor los consuela de lo que son". 

Winston Churchill

 Mira en tu propio corazón

porque quien mira afuera
sueña,
pero quien mira adentro
se despierta.

Jane Austen

 


"A veces no conoces el verdadero valor de un momento hasta que se convierte en memoria".


(Dr. Seuss)

 "Si dicen mal de ti con fundamento, corrígete; de lo contrario, échate a reír".

Epícteto 

José Ingenieros

Sin ideales sería inexplicable la evolución humana. Los hubo y los habrá siempre. Palpitan detrás de todo esfuerzo magnífico realizado por un hombre o por un pueblo. Son faros sucesivos en la evolución mental de los individuos y de las razas. La imaginación los enciende sobrepasando continuamente a la experiencia, anticipándose a sus resultados. Esa es la ley del devenir humano: los acontecimientos, yermos de suyo para la mente humana, reciben vida y calor de los ideales, sin cuya influencia yacerían inertes y los siglos serían mudos. Los hechos son puntos de partida; los ideales son faros luminosos que de trecho en trecho alumbran la ruta. La historia de la civilización muestra una infinita inquietud de perfecciones, que grandes hombres presienten, anuncian o simbolizan. Frente a esos heraldos, en cada momento de la peregrinación humana se advierte una fuerza que obstruye todos los senderos: la mediocridad, que es una incapacidad de ideales. 

Manolo Chinato

 Tengo ronca el alma de quererte

en esta soledad llena que me ahoga;

tengo los ojos llenos de luz de imaginarte

y tengo los ojos ciegos de no verte;

Tengo mi cuerpo abandonado al abandono

Y tengo mi cuerpo tiritando de no poder tocarte;

Tengo la voz tosca de hablar con tanta gente

Y tengo la voz preciosa de cantarte;

Tengo las manos agrietadas de la escarcha

Y tengo las manos suaves de en el cielo acariciarte;

Tengo soledad, luz, alegría, tristeza,

Rebeldías, amor, sonrisas y lágrimas...

Friedrich Schiller



Alegría, Luz Divina,

del Elíseo dulce lar,

inflamados alleguemos

Diosa, a tu celeste altar.

Une otra vez tu magia

a quienes separó el rigor.

Fraterniza el orbe entero

de tus alas al calor.

A quien el azar ha dado

verdadera amistad,

quien consorte dulce halla,

ha sin par felicidad.

En la redondez terrena

suya un alma invocar!

A quien no le fuera dado

sumiríase en pesar!

En el seno de Natura

alegría liba el ser,

su florida vía siguen

males, bienes, por doquier.

Besos, vides, fiel amigo

hasta el morir nos dio;

el deleite, a los gusanos;

y al querube, un gran Dios.

Cual los soles en su vía

magna, juntos! oh! marchad!

y como héroes disfrutad

dicha, triunfos y felicidad!

Abrazaos, oh! millones!

Beso de la Humanidad!

Brinda celestial bondad

Padre a tu séquito sin par.

Os postráis, oh! juntos

Ante el Creador Eterno

Busca en el azur, y reina

Sobre el plano etéreo. 

 «Todas las cosas cambian; nada muere. El espíritu ambula de aquí para allá, y ocupa el marco que le place… Porque aquello que una vez existió ya no es, y lo que no era ha llegado a ser. Así, el enorme círculo de movimiento ha girado una vez más.» 

«Sólo de los cuerpos en los cuales habita este yo eterno, imperecedero e incomprensible, se dice que tienen un fin.» 

 Un profesor le dio un globo a cada estudiante, que tuvo que inflarlo, escribir su nombre en él y tirarlo en el pasillo. El profesor entonces mezcló todos los globos. A los estudiantes se les dio 5 minutos para encontrar su propio globo. A pesar de una agitada búsqueda, nadie encontró su globo. 


En ese momento, el profesor les dijo a los estudiantes que tomaran el primer globo que encontraron y se lo entregás a la persona cuyo nombre estaba escrito en él. En 5 minutos cada uno tenía su propio globo. 

El profesor dijo a los estudiantes: "Estos balones son como la felicidad. Nunca lo encontraremos si todo el mundo está buscando los suyos. Pero si nos preocupamos por la felicidad de los demás... también encontraremos la nuestra.

Lord Byron



 "El amor es lo único que hay que ganarse en la vida, todo lo demás se puede conseguir robando".


lunes, 28 de diciembre de 2020

Antonio Machado

 


Al olmo viejo, hendido por el rayo

y en su mitad podrido,

con las lluvias de abril y el sol de mayo

algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina

que lame el Duero! Un musgo amarillento

le mancha la corteza blanquecina

al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores

que guardan el camino y la ribera,

habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera

va trepando por él, y en sus entrañas

urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,

con su hacha el leñador, y el carpintero

te convierta en melena de campana,

lanza de carro o yugo de carreta;

antes que rojo en el hogar, mañana,

ardas en alguna mísera caseta,

al borde de un camino;

antes que te descuaje un torbellino

y tronche el soplo de las sierras blancas;

antes que el río hasta la mar te empuje

por valles y barrancas,

olmo, quiero anotar en mi cartera

la gracia de tu rama verdecida.

Mi corazón espera

también, hacia la luz y hacia la vida,

otro milagro de la primavera.

Ramón Gener

  


El personaje de Peter Pan creado por sir James Matthew Barrie me ayudaba a idear mi realidad imaginaria. Me gustaba ese mundo donde todo era posible y repetía aquella frase magistral que asegura que en el momento en que dudes de tu capacidad de volar habrás perdido para siempre la capacidad de hacerlo. Me impuse que no dudaría nunca de mi capacidad de volar y, aunque aún no lo he conseguido, estoy convencido de que algún día lo haré. Mis profesores, en cambio, hacían todo lo contrario. Cada día me repetían que volar era imposible y que comprender las cosas y la música como yo lo hacía era absurdo e infantil. Utilizaban la palabra infantil con sentido negativo y eso aún me enardecía más. Entre todos lograron que me aburrieran las corcheas, las fusas, las semifusas, los compases binarios, los cuaternarios, las tonalidades mayores, las menores, las escalas pentatónicas, las modales, las armónicas y todo aquello relacionado con la música y, muy especialmente, con el piano. Al final, a pesar de ser un niño muy tímido, decidí que no había suficiente con imaginar para sobrevivir. Así que, siguiendo el evangelio de Charles Chaplin que dice que «la imaginación sin la acción no es nada», decidí rebelarme. Decidí que tenía que hacer algo para liberarme de todo aquello.

Hermann Hesse

 


"Tenemos que leer a Fiódor Dostoievski cuando nos sentimos afligidos, cuando hemos sufrido hasta el límite de nuestra capacidad de sufrimiento y cuando sentimos la vida como una sola herida ardiente abrasadora, cuando respiramos desesperación y hemos padecido muertes de desesperanza. Entonces, cuando miramos desde la miseria la vida, solitarios y paralizados y ya no la comprendemos en su crueldad salvaje y hermosa, y ya no queremos nada de ella, entonces estamos abiertos a la música de este poeta terrible y espléndido".


Anthony De Mello

 


Pero depender psicológicamente de otra persona -¿qué implica eso? Significa depender de otro ser humano para mi felicidad. Piense en eso. Porque si lo hace, la próxima cosa que usted va a hacer - Tenga consciencia de ello o no, - es exigir que los demás contribuyan a su felicidad. Entonces habrá otro paso: temor, temor a perder, temor a estar alienado, temor a ser rechazado, un control mutuo. El amor perfecto expulsa el temor. En donde hay amor no hay exigencias, no hay expectativas, no hay dependencia. Yo no exijo que usted me haga feliz; mi felicidad no está en usted. Si usted me dejara, no me condolería de mí mismo; yo disfruto enormemente de su compañía, pero no me aferro. Yo disfruto sin aferrarme. Lo que realmente disfruto no es usted; es algo más grande que usted y yo. Es algo que descubrí, una especie de sinfonía, una especie de orquesta que interpreta una melodía en su presencia, pero cuando usted se va, la orquesta no se detiene. Cuando me encuentro con otra persona, la orquesta interpreta otra melodía, la cual también es agradable. Y cuando estoy solo, continúa tocando. Tiene un gran repertorio y nunca deja de tocar.

 No hables en negativo; no pienses nada negativo; no anticipes el fracaso; no tengas miedo a nada.


¿Quieres que en verdad tu vida cambie?
Vigila tu mente noche y día, sin parar, sin descanso. Atención 101%, 24 hs. al día, incluso en tus sueños. No le des respiro, Cuida tu estado mental como cuidarías a un niño recién nacido: no puedes quitarle los ojos de encima.

No te quejes de nada; no te enojes con nadie, y si lo haces, hazlo con paz y amor en tu corazón, sin esa cara negativa.

¿Quieres tener más dinero y que se terminen para siempre tus dificultades económicas?
No pienses que es difícil ganar mucho dinero; no hables con nadie acerca de tu situación económica; no pienses en ningún momento en tu situación económica ni en la del país.
Cuando alguien te pregunte, simplemente di :"todo está mejorando", mientras que por dentro ríes porque sabes que esas palabras han llegado a los confines más remotos del Universo y están creando.

¿Tienes problemas familiares, laborales, de pareja? No pienses en ellos; no hables de ellos, y si lo haces, que sea con paz y fe que mejoraran en tu corazón.
Tú los creaste y tu lo vas a revertir.

✨No te permitas ningún estado de ánimo negativo por más de 10 segundos.
Apenas descubras que no estás en paz, alegría o amor, haz lo que fuere para volver al corazón.

Mira el hermoso cielo, canta una canción, medita, valora lo que tienes, pero no te dejes atrapar por la corriente de la negatividad.

Estar triste es estar negativo; no te confundas. Las emociones, el miedo, la preocupación y la ansiedad son dañinos también, pues son estados mentales perjudiciales.

Sal de la tortuosa mente; abandona la cárcel de los malos pensamientos.

Mira sólo en positivo; habla sólo en positivo; piensa sólo en positivo.

¡Entrena tu mente antes de que sea demasiado tarde e intoxiques tu cuerpo, tu Ser interior!"

Mi invitación es a poner atención e intención en la fuerza más poderosa que existe y que mueve al universo entero, el Amor

Recuperando nuestro poder cocreador, elige siempre el amor

Wislawa Szymborska



Prefiero el cine.
Prefiero los gatos.
Prefiero los robles a orillas del Warta.
Prefiero Dickens a Dostoievski.
Prefiero que me guste la gente
a amar a la humanidad.
Prefiero tener a la mano hilo y aguja.
Prefiero no afirmar
que la razón es la culpable de todo.
Prefiero las excepciones.
Prefiero salir antes.
Prefiero hablar de otra cosa con los médicos.
Prefiero las viejas ilustraciones a rayas.
Prefiero lo ridículo de escribir poemas
a lo ridículo de no escribirlos.
Prefiero en el amor los aniversarios no exactos
que se celebran todos los días.
Prefiero a los moralistas
que no me prometen nada.
Prefiero la bondad astuta que la demasiado crédula.
Prefiero la tierra vestida de civil.
Prefiero los países conquistados a los conquistadores.
Prefiero tener reservas.
Prefiero el infierno del caos al infierno del orden.
Prefiero los cuentos de Grimm a las primeras planas del periódico.
Prefiero las hojas sin flores a la flor sin hojas.
Prefiero los perros con la cola sin cortar.
Prefiero los ojos claros porque los tengo oscuros.
Prefiero los cajones.
Prefiero muchas cosas que aquí no he mencionado
a muchas otras tampoco mencionadas.
Prefiero el cero solo
al que hace cola en una cifra.
Prefiero el tiempo insectil al estelar.
Prefiero tocar madera.
Prefiero no preguntar cuánto me queda y cuándo.
Prefiero tomar en cuenta incluso la posibilidad
de que el ser tiene su razón.


Librado Rivera

 El 3 de marzo sale el último número de Paso!. Impreso anónimamente, aún conserva en el cabezal el crédito: «Director Librado Rivera» y el número de su apartado postal en el D. F., el 1563. El periódico sólo tiene un artículo: «Librado Rivera ha muerto», y llama a que los obreros de Ciudad de México acompañen el cadáver desde el local de la Federación de Trabajadores, último reducto del anarcosindicalismo, hasta el panteón de Dolores. El artículo termina con una frase muy al tono de la lírica roja de la época: «Que caiga sobre su tumba una lluvia interminable de flores rojas».

 El último magonero se retira de la escena. 

El vacío perdura. 

Ya no se hacen hombres así. 

Los mejores de nosotros somos pálidas sombras al lado del viejo Rivera.

 Por lo menos, deberíamos cubrir esa tumba, hoy desaparecida, esa inexistente tumba, con una interminable lluvia de flores rojas.

 Menos mal que queda la historia.

 Menos mal que queda la memoria.


Taibo II

domingo, 27 de diciembre de 2020

Bob Proctor



You don’t attract what you want. Wants are intellectual in nature. Wants are in your conscious mind. You attract what you are in harmony with, what you are. And you are the sum total of your thoughts that become fixed in your subconscious mind. You’ve got to get the want and plant what you want in your heart of hearts. You’ve got to plant it deep in the universal subconscious mind. That will then dictate the vibration you are in, and you can only attract energy to you that’s in harmonious vibration with you. Levels of vibration are called frequencies. Our mind and body function on frequencies. Just like your radio, it can only receive from the frequency it is operating on. If you are disturbed, if you are letting things bother you, if you are letting financials bother you, I can guarantee you, as sure as it’s going to get dark outside tonight, you’re going to attract more problems. You can only attract what you are in harmony with. 

Charles Bukowski



 A menudo la gente

se lamenta 
de que no ha hecho 
nada en su vida 
y luego esperan a que alguien les diga
que no es así. 
Mira, has hecho esto y has hecho
aquello y eso ya es
algo. 
¿Lo crees de verás?
Claro. 
Pero estaban en lo cierto.
No han hecho nada.
No han demostrado ningún coraje. 
Ninguna inventiva.
Hicieron lo que se le adiestró para
hacer. 
Hicieron lo que se le dijo que
hicieran. 
No poseían resistencia alguna, ninguna
idea propia.
Los vapulearon de aquí para allá 
y fueron obedientemente.
No tuvieron corazón.
Se condujeron con cobardía. 
Llevaron una vida apestosa. 
Volvieron la vida apestosa. 
Y ahora quieren que les digan que 
no fracasaron. 
Ya los has visto.
Están por todas partes.
Los faltos de espíritu.
La cuadrilla de los muertos en vida. 
¿Ser amables? 
¿Mentirles? 
¿Decirles lo que quieren oír?
¿Decirles cualquier cosa que quieran oír?
Gente con arrojo los convirtió en lo que no son.
Si me preguntan, les diré lo que
no quieren oír.
Es mejor que los 
mantengas lejos de mí, o
que les digas que soy un tipo cruel.
Es mejor que te hagan confidencias 
a ti.
Quiero liberarme 
de eso.


Miguel Ruiz

 Toda la humanidad busca la verdad, la justicia y la belleza. Estamos inmersos en una búsqueda eterna de la verdad porque sólo creemos en las mentiras que hemos almacenado en nuestra mente. Buscamos la justicia porque en el sistema de creencias que tenemos no existe. Buscamos la belleza porque, por muy bella que sea una persona, no creemos que lo sea. Seguimos buscando y buscando cuando todo está ya en nosotros. No hay ninguna verdad que encontrar. Dondequiera que miremos, todo lo que vemos es la verdad, pero debido a los acuerdos y las creencias que hemos almacenado en nuestra mente, no tenemos ojos para verla. No vemos la verdad porque estamos ciegos. Lo que nos ciega son todas esas falsas creencias que tenemos en la mente. Necesitamos sentir que tenemos razón y que los demás están equivocados. Confiamos en lo que creemos, y nuestras creencias nos invitan a sufrir. Es como si viviésemos en medio de una bruma que nos impide ver más allá de nuestras propias narices. Vivimos en una bruma que ni tan siquiera es real. Es un sueño, nuestro sueño personal de la vida: lo que creemos, todos los conceptos que tenemos sobre lo que somos, todos los acuerdos a los que hemos llegado con los demás, con nosotros mismos e incluso con Dios.

Mario Alonso Puig

Los primeros exploradores que aprendieron lenguas africanas interrogaban a los nativos sobre si eran felices y estos no entendían la pregunta. Aquel concepto no existía en su visión del mundo, pero sí que comprendían claramente lo que significaba la alegría. Buscar la felicidad supone que aquí y ahora eres infeliz, y eso significa que algo va mal o se está haciendo mal, o que no quieres ver ni reconocer las maravillas que te rodean. La norteamericana Pearl S. Buck, premio Nobel de Literatura en 1938, decía con una lucidez maravillosa que «muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras esperan la gran felicidad». ¡Ahí está la clave! No sabemos qué forma tiene el edificio de la felicidad, pero lo que está claro es que se construye con los ladrillos de la alegría. Si la dejamos entrar, puesto que está en todas partes, nos elevamos sobre nosotros mismos y ampliamos nuestro horizonte.

 


Los Justos, Jorge Luis Borges 

Un hombre que cultiva su jardín, como quería Voltaire. 
El que agradece que en la tierra haya música. 
El que descubre con placer una etimología. 
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez. 
El ceramista que premedita un color y una forma. 
El tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada. 
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto. 
El que acaricia a un animal dormido. 
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho. 
El que agradece que en la tierra haya Stevenson. 
El que prefiere que los otros tengan razón. 
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo

Stanisław Lem



 "Los seres humanos no desean la inmortalidad. Lo que quieren es, sencillamente, no morir. Quieren vivir (…) Quieren sentir la tierra bajo sus pies y ver las nubes por encima de su cabeza, amar a otras personas, estar con ellas y pensar en ellas".


Elvira Sastre



He visto a una pareja sentarse separada

en el metro

con los ojos a un centímetro de distancia,

a una niña reírse a carcajadas de una verdad,

dos manos besarse en una terraza,

una tierra abandonada a través de una ventana

y a alguien pensar en otra vida,

y me he puesto triste

al verme en todos ellos.


 

Irvin D Yalom

 


Epicuro nació en el año 341 a. C., poco después de la muerte de Platón, y murió en el 270 a. C. En la actualidad, la mayoría de las personas están familiarizadas con su nombre por los términos «sibarita» o «epicúreo», que se aplican a la persona dedicada a los refinados goces de los sentidos, en especial la comida y la bebida. Pero el hecho histórico es que Epicuro no fue un adalid de los placeres sensuales; lo que realmente le interesaba era la obtención de la imperturbabilidad (ataraxia). Epicuro practicaba una «filosofía médica» e insistía en que, así como el médico trata el cuerpo, el filósofo debía tratar el alma. Desde su punto de vista, sólo había una meta correcta para la filosofía: aliviar el sufrimiento humano. ¿Y cuál era, para él, la causa primera del sufrimiento? Epicuro sostenía que era nuestro omnipresente temor a la muerte. Decía que la aterradora visión de la inevitabilidad de la muerte afecta nuestro disfrute de la vida y perturba todos nuestros placeres.

Confucio

 


“Una semilla crece sin sonido, pero un árbol cae con un ruido enorme. 

La destrucción tiene ruido, pero la creación es tranquila. 

Este es el poder del silencio ... 

Crece en silencio ".



sábado, 26 de diciembre de 2020

Fernando Savater

 


“El secreto de la felicidad es tener gustos sencillos y una mente compleja, el problema es que a menudo la mente es sencilla y los gustos son complejos”.