martes, 22 de octubre de 2024

 

Estuvieron largo rato sentados así al pie de la higuera. Escuchaban el mar: su rumor les era conocido. Murmuraba como murmuran los bosques en su patria. El niño y la nodriza pensaron que todo está conectado en el mundo.

    Las cosas así no se suelen recordar hasta que han pasado muchos años. Transcurren varias décadas hasta que pasamos por una habitación a oscuras donde alguien murió, y entonces oímos el sonido del mar, las palabras de antaño. Como si aquellas pocas palabras hubiesen expresado el sentido de la vida. Sin embargo, más adelante habría siempre otras cosas de que hablar.            

Sandor Marai       

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