sábado, 27 de mayo de 2023

Harold Bloom

 


La poesía dice mentiras, pero la verdad, que es el principio de realidad, se reduce a la muerte, nuestra muerte. Amar la verdad sería amar la muerte. El mundo abunda en sentido porque abunda en errores y es pródigo en sufrimiento, cuando se ve desde una perspectiva estética. Santificar una mentira y engañar con buena conciencia es la labor necesaria del arte, porque una concepción errónea de la vida es necesaria para la vida, mientras que la idea acertada de la vida simplemente acelera la muerte.

Sin duda hay otras muchas maneras de leer, pero a mí la que más me gusta es la manera de Emerson, que es volver a lo que es propiamente tuyo, allí donde lo encuentres.“




Mario Benedetti


 “Pero, en definitiva, ¿qué es Lo Nuestro? Por ahora, al menos, es una especie de complicidad frente a otros, un secreto compartido, un pacto unilateral. Naturalmente, esto no es una aventura, ni un programa ni -menos que menos- un noviazgo. Sin embargo, es algo más que una amistad. Lo peor (¿o lo mejor?) es que ella se encuentra muy cómoda en esta indefinición. Me habla con toda confianza, con todo humor, creo que hasta con cariño”.

MICHEL DE MONTAIGNE



 (Estamos formados por jirones de múltiples colores, unidos entre sí de manera tan libre, tan floja, que cada uno ondea a cada instante a su voluntad. Y son tantas las diferencias que hay entre nosotros y nosotros mismos como las que hay entre nosotros y los otros.) 

Essais, Segundo libro, 1

viernes, 26 de mayo de 2023

svetlana aleksiévich

 


Flaubert se llamaba a sí mismo la pluma humana; yo diría que soy un oído humano. Cuando camino por la calle ‘atrapo’ palabras, frases y exclamaciones, siempre pienso “¡cuántas novelas desaparecen sin dejar rastro!”. Desaparecen en la oscuridad. No hemos sido capaces de capturar el lado conversacional de la vida humana para la literatura. No lo apreciamos, no nos sorprende ni nos encanta. Pero me fascina y me ha hecho su prisionera. Me encanta cómo hablan los seres humanos… me encanta la voz humana solitaria. Es mi más grande amor y mi pasión. El camino hasta este podio ha sido largo: casi cuarenta años yendo de persona en persona, de voz en voz. No puedo decir que siempre he estado recorriendo este camino. Muchas veces he estado conmocionada y asustada de los seres humanos. He experimentado el placer y repugnancia. A veces he querido olvidar lo que he escuchado para volver al momento en que vivía en la ignorancia. Más de una vez, sin embargo, he visto lo sublime en la gente, y he querido llorar. Viví en un país donde se nos enseñó a morir desde la infancia. Nos enseñaron la muerte. Nos dijeron que los seres humanos existen con el fin de dar todo lo que tienen, de agotarse, de sacrificarse. Nos enseñaron a amar a la gente con armas. Yo había crecido en un país diferente, y no podría haber recorrido este camino. El mal es cruel, tienes que vacunarte contra él. Crecimos entre verdugos y víctimas. Incluso si nuestros padres vivían en el miedo y no nos decían todo —y más a menudo no nos dijeron nada— el aire de nuestra vida fue envenenado. El mal mantuvo un ojo vigilante sobre nosotros. He escrito cinco libros, pero siento que todos son uno solo, un libro sobre la historia de una utopía… Varlam Shalámov una vez escribió: “Yo participé en la colosal batalla, una batalla que se perdió, para la auténtica renovación de la humanidad”. Reconstruyo la historia de esa batalla, sus victorias y sus derrotas. La historia de la gente que quiso construir el Reino de los Cielos en la tierra. ¡El Paraíso! ¡La Ciudad del Sol! Al final, lo único que quedó fue un mar de sangre, millones de vidas humanas en ruinas. Hubo un tiempo, sin embargo, cuando no había idea política del siglo XX comparable con el comunismo (o la Revolución de Octubre como su símbolo), un tiempo en que nada atraía más poderosa o emocionalmente a los intelectuales de Occidente y gente de todo el mundo. Raymond Aron llamó a la Revolución Rusa “el opio de los intelectuales”. Pero la idea del comunismo tiene al menos dos mil años de antigüedad. Podemos encontrarla en las enseñanzas de Platón acerca de un Estado ideal; en los sueños de Aristófanes sobre una época en que “todo va a pertenecer a todo el mundo”. En Tomás Moro y Tommaso Campanella… Luego, en [Claude-Henri de] Saint-Simon, Fourier y Robert Owen. Hay algo en el espíritu ruso que obliga a tratar de convertir esos sueños en realidad.

Juan Ramón Jiménez



 Estoy triste, y mis ojos no lloran

y no quiero los besos de nadie;
mi mirada serena se pierde
en el fondo callado del parque.
¿Para qué he de soñar en amores
si está oscura y lluviosa la tarde
y no vienen suspiros ni aromas
en las rondas tranquilas del aire?
Han sonado las horas dormidas;
está solo el inmenso paisaje;
ya se han ido los lentos rebaños;
flota el humo en los pobres hogares.
Al cerrar mi ventana a la sombra,
una estrena brilló en los cristales;
estoy triste, mis ojos no lloran,
¡ya no quiero los besos de nadie!
Soñaré con mi infancia: es la hora
de los niños dormidos; mi madre
me mecía en su tibio regazo,
al amor de sus ojos radiantes;
y al vibrar la amorosa campana
de la ermita perdida en el valle,
se entreabrían mis ojos rendidos
al misterio sin luz de la tarde...
Es la esquila; ha sonado. La esquila
ha sonado en la paz de los aires;
sus cadencias dan llanto a estos ojos
que no quieren los besos de nadie.
¡Que mis lágrimas corran! Ya hay flores,
ya hay fragancias y cantos; si alguien
ha soñado en mis besos, que venga
de su plácido ensueño a besarme.
Y mis lágrimas corren... No vienen...
¿Quién irá por el triste paisaje?
Sólo suena en el largo silencio
la campana que tocan los ángeles.

jueves, 25 de mayo de 2023

Alda Merini




Señora Merini, me parece que eligió su poesía para huir de un dolor interior…
Elegí la poesía para huir del mundo, es diferente.
¿Entonces nació poeta?
He nacido así porque nací escribiendo. La idea aberrante es esta: «Ella no debe enamorarse».
¿El enamoramiento es fundamental para nuestra existencia?
En este momento lo considero, quizá, un poco patológico. Pero estoy bastante desorientada para comprender dónde empieza la enfermedad y dónde la poesía. Son dos momentos muy distintos. El aspecto melancólico leopardiano no era una depresión común que se tratara con psicofármacos,  si había algo que curar era al conde Monaldo… Pero sí, ahora no tengo alegría, no tengo más mordacidad. Insisto, me lamento mucho con mi hija de esa hospitalización aberrante durante la cual me han puesto en contacto con los castigados.


 Un grupo de ranas viajaba por el bosque, cuando de repente dos de ellas cayeron en un pozo profundo. Las demás se reunieron alrededor del agujero y, cuando vieron lo hondo que era, le dijeron a las caídas que, para efectos prácticos, debían darse por muertas. Sin embargo, ellas seguían tratando de salir del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras les decían que esos esfuerzos serían inútiles. Finalmente, una de las ranas atendió a lo que las demás decían, se dio por vencida y murió. La otra continuó saltando con tanto esfuerzo como le era posible. La multitud le gritaba que era inútil pero la rana seguía saltando, cada vez con más fuerza, hasta que finalmente salió del hoyo. Las otras le preguntaron: “¿No escuchabas lo que te decíamos?” La ranita les  explicó que era sorda, y creía que las demás la estaban animando desde el borde a esforzarse más y más para salir del hueco.

miércoles, 24 de mayo de 2023

MICHEL TOURNIER

 


No concibo otra definición de adulto que esta: es adulto aquel que, cualquiera sea su edad, ha perdido a alguien.

  

 «El hombre está hecho de tal forma que sólo puede encontrar descanso de un tipo de tarea emprendiendo otra.»

 ANATOLE FRANCE , autor de El crimen de Sylvestre Bonnard


martes, 23 de mayo de 2023

 En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó en una mesa. La mesera puso un vaso de agua enfrente de él. — ¿Cuánto cuesta un helado con chocolate y maní? —preguntó el niño. —Cincuenta centavos —respondió la mujer. El niño sacó la mano del bolsillo y examinó las monedas. — ¿Cuánto cuesta un helado solo? —volvió a preguntar. Algunas personas esperaban mesa y la camarera ya estaba un poco impaciente. —Veinticinco centavos —dijo bruscamente. El niño volvió a contar las monedas. —Quiero el helado solo —dijo. La mesera le trajo el helado, puso la cuenta en la mesa y se retiró. El niño terminó el helado, pagó en la caja y salió. Cuando la mesera volvió a limpiar la mesa, le costó tragar saliva al ver que allí, ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco centavos: su propina.

Oliverio Girondo



Abandoné las sombras,
las espesas paredes,
los ruidos familiares,
la amistad de los libros,
el tabaco, las plumas,
los secos cielorrasos;
para salir volando,
desesperadamente.

Abajo: en la penumbra,
las amargas cornisas,
las calles desoladas,
los faroles sonámbulos,
las muertas chimeneas
los rumores cansados,
desesperadamente.

Ya todo era silencio,
simuladas catástrofes,
grandes charcos de sombra,
aguaceros, relámpagos,
vagabundos islotes
de inestable riberas;
pero seguí volando,
desesperadamente.

Un resplandor desnudo,
una luz calcinante
se interpuso en mi ruta,
me fascinó de muerte,
pero logré evadirme
de su letal influjo,
para seguir volando,
desesperadamente.

Todavía el destino
de mundos fenecidos,
desorientó mi vuelo
-de sideral constancia-
con sus vanas parábolas
y sus aureolas falsas;
pero seguí volando,
desesperadamente.

Me oprimía lo flúido,
la limpidez maciza,
el vacío escarchado,
la inaudible distancia,
la oquedad insonora,
el reposo asfixiante;
pero seguía volando,
desesperadamente.

Ya no existía nada,
la nada estaba ausente;
ni oscuridad, ni lumbre,
-ni unas manos celestes-
ni vida, ni destino,
ni misterio, ni muerte;
pero seguía volando,
desesperadamente.

 


lunes, 22 de mayo de 2023

William Godwin


 El pensamiento de Godwin fue pionero en diferentes aspectos como la situación de la mujer, la crítica a la familia tradicional o el ecologismo. Este último aspecto es muy importante ya que se estaba viviendo una época como era la Revolución Industrial en donde se estaba transformando y destruyendo el paisaje, el patrimonio y las relaciones humanas, siendo el capitalismo el causante de este desastre, por lo que el creía en la posibilidad de crear un tipo de sociedad y de sistema productivo en donde las personas trabajaran pero no fuera el eje principal de sus vidas. Para ello apelaba a dos aspectos clave:

 La idea de que necesitamos menos cosas para vivir de las que pensamos

 La necesidad de una mejor distribución de la riqueza

Sin embargo, tal y como dijimos anteriormente, las ideas de Godwin no eran muy aceptadas en su época. Tampoco era un pensador muy conocido aunque Kropotkin escribiera sobre él en la Enciclopedia Británica. Solo algunos grupos reducidos se interesaron por ellas como en los románticos ingleses que formaron diferentes comunas en los EE.UU.

https://www.cntvalladolid.es/william-godwin-la-razon-libertaria/

KOZAN ICHIKYO




Con las manos vacías llegué al mundo

 Descalzo me marcho de él.

 Mi llegada, 

mi partida, 

Dos simples sucesos

 Que se enredaron.


Annie Ernaux

 


En cuanto a la carga de salvar el planeta, destruido en gran parte por el apetito de los poderes económicos, es de temer que esta carga no recaiga sobre los que ya están desposeídos. El silencio, en ciertos momentos de la historia, no es oportuno. 


Al concederme la más alta distinción literaria, el trabajo de escritura y de búsqueda personal realizado en la soledad y la duda se colocan bajo una gran luz. No me deslumbra. No considero la concesión del Premio Nobel como una victoria individual. No es orgullo ni modestia pensar que se trata, en cierto modo, de una victoria colectiva. Comparto el orgullo con quienes, de un modo u otro, desean más libertad, igualdad y dignidad para todos los seres humanos, independientemente de su sexo y género, su piel y su cultura. Los que piensan en las generaciones futuras, en la salvaguarda de una Tierra que el apetito de lucro de unos pocos sigue haciendo cada vez menos habitable para todas las poblaciones. 


Si remonto sobre la promesa que hice a los veinte años de vengar a mi raza, no puedo decir si la he cumplido. Es de ella, de mis antepasados, hombres y mujeres empeñados en tareas que les hicieron morir demasiado pronto, de donde recibí fuerza y rabia suficientes para tener el deseo y la ambición de hacerles un lugar en la literatura, en ese conjunto de voces múltiples que, muy pronto, me acompañaron dándome entrada a otros mundos y a otros pensamientos, incluido el de insistir contra ella y querer cambiarla. Inscribir mi voz de mujer y de tránsfuga social en lo que ha sido siempre un lugar de emancipación, la literatura.

domingo, 21 de mayo de 2023

 "RULFO: Maestro, soy yo, Rulfo. Qué bueno que ya llegó. Usted sabe cómo lo estimamos y lo admiramos.


BORGES: Finalmente, Rulfo. Ya no puedo ver a un país, pero lo puedo escuchar. Y escucho tanta amabilidad. Ya había olvidado la verdadera dimensión de esta gran costumbre. Pero no me llame Borges y menos "maestro", dígame Jorge Luis.

RULFO: Qué amable. Usted dígame entonces Juan.

BORGES: Le voy a ser sincero. Me gusta más Juan que Jorge Luis, con sus cuatro letras tan breves y tan definitivas. La brevedad ha sido siempre una de mis predilecciones.

RULFO: No, eso sí que no. Juan, cualquiera, pero Jorge Luis, sólo Borges.

BORGES: Usted tan atento como siempre. Dígame, ¿cómo ha estado últimamente?

RULFO: ¿Yo? Pues muriéndome, muriéndome por ahí.

BORGES: Entonces no le ha ido tan mal.

RULFO: ¿Cómo así?

BORGES: Imagínese, don Juan, lo desdichado que seríamos si fuéramos inmortales.

RULFO: Sí, verdad. Después anda uno por ahí muerto haciendo como si estuviera uno vivo.

BORGES: Le voy a confesar un secreto. Mi abuelo, el general, decía que no se llamaba Borges, que su nombre verdadero, era otro secreto. Sospecho que se llamaba Pedro Páramo. Yo entonces soy una reedición de lo que usted escribió sobre los de Comala.

RULFO: Ahora si, ya me puedo morir en serio."

Tomado de la Revista Literaria "La Noche de las Letras"

sábado, 20 de mayo de 2023

Leopoldo María Panero.



 «Aquí estoy yo, Leopoldo María Panero

hijo de padre borracho
y hermano de un suicida
perseguido por los pájaros y los recuerdos
que me acechan cada mañana
escondidos en matorrales
gritando por que termine la memoria
y el recuerdo se vuelva azul, y gima
rezándole a la nada porque muera...»


Epopeya



 ¡Escuchadme ancianos! 

¡A mí, escuchadme!

 ¡Lloro yo también por mi amigo, Enkidú! 

¡Como plañidera, lloro amargamente! [¡Por Enkidú],

 hacha de mi costado, defensa de mi brazo, 

espada de mi funda, escudo delante de mí, 

vestido de mis fiestas, estola de alegría! 

Un demonio maligno surgió y me lo arrebató. 

¡Mi amigo, mulo errante, onagro del monte, pantera de la estepa,

Tomas Tranströmer

 


Ruido se hace
para espantar el tiempo,
para apurarlo.

Vidas mal escritas:
la belleza persiste
como un tatuaje.

Noche: un camión
pasa, los internados
sueñan temblando.

viernes, 19 de mayo de 2023

Charles Duhigg

 


¿Cómo cambian los hábitos? Por desgracia, no existe una serie de pasos específicos que nos garantice que a todos nos funcionará. Sabemos que un hábito no se puede erradicar; sencillamente, se ha de sustituir. Y sabemos que los hábitos son más maleables cuando se aplica la Regla de Oro para cambiar los hábitos: mantener la misma señal y la misma recompensa, e insertar una nueva rutina. Pero eso no basta. Para que el hábito se afiance, hemos de creer que el cambio es posible. Normalmente, esa creencia sólo surge con la ayuda de un grupo. Si quieres dejar de fumar, instaura una rutina diferente que satisfaga el deseo de fumar. Luego, busca un grupo de apoyo, unos cuantos ex fumadores, o una comunidad que te ayude a creer que puedes estar sin nicotina, y utiliza al grupo cuando sientas que te fallan las fuerzas. Si quieres adelgazar, estudia tus hábitos para determinar por qué te levantas realmente todos los días de tu mesa de trabajo para ir a comer algo, y luego encuentra a alguien con quien puedas dar el paseo, o cotillear en su despacho en lugar de ir a la cafetería, un grupo con el que puedas perseguir tus metas para perder peso o alguien que prefiera tener una reserva de manzanas, en lugar de tener unas patatas chips. Es evidente: si quieres cambiar un hábito has de hallar una rutina alternativa, y tus probabilidades de éxito aumentarán espectacularmente cuando te comprometes a cambiar formando parte de un grupo. Tener fe es esencial, y eso se produce a raíz de una experiencia grupal, aunque esa comunidad sólo se componga de dos personas. Sabemos que el cambio es posible. Los alcohólicos pueden dejar de beber. Los fumadores pueden dejar de fumar. Los eternos perdedores pueden llegar a ser campeones. Puedes dejar de morderte las uñas o de  picotear en el trabajo, de gritar a tus hijos, de pasarte la noche en vela o de preocuparte por cosas pequeñas. Y tal como han descubierto los científicos, no sólo cambian las vidas de las personas cuando se ocupan de sus hábitos. También las empresas, organizaciones y comunidades pueden hacerlo

Jorge Massias.



 ¿Dónde estas? ¿Qué cielo cruzas sin extrañarme, nube perdida?

¿Por qué no vienes a iluminarme, luz de mi vida?

¿Dónde estás? Detén tu vuelo y vuelve a casa, nube viajera
Por una sola de tus carícias
Todo lo diera aunque volvieras de nuevo a irte
Lejos de mi


Peter Handke

 


«Juega el juego. No te dejes nada dentro. Arrostra desafíos. Pero sin buscar bazas concretas. Evita ocultar tus motivaciones. No guardes nada para ti. Sé generoso y fuerte. Involúcrate, y que la idea de ganar se vaya al diablo. No analices demasiado, no calcules, pero mantente alerta, alerta a las señales. Sé vulnerable. Muestra tus ojos, invita a los otros a mirar en tu interior; asegúrate de que mantener el espacio suficiente y trata de reconocer en cada uno su propia imagen. No tomes decisiones si la ilusión no te empuja a ellas. Permítete perder. Sobre todo, date tiempo y toma rodeos. Nunca ignores lo que un árbol o una laguna tienen que decirte. Entrégate allí donde te atraiga hacerlo y permítete el tirarte al sol. No te preocupes por tus parientes, ofrece tu ayuda a extraños, agáchate para examinar las pequeñeces, zambúllete en lugares desiertos, no te creas lo elevado del drama del destino, ríete de los conflictos hasta que se vean pequeños. Muéstrate tal como piensas hasta que demuestres que tienes razón y el crujido de las hojas se vuelva melodioso. Date una vuelta por los pueblos».

Saráh Bachaou

 

El camino del amor es el camino de la vida, si no amas, si sólo te mueves con la mente, entonces tu mente no puede ser constructiva; sólo en manos del amor la misma mente que ha producido la energía atómica para destruir, se vuelve no obstante constructiva. 


Albert Einstein, uno de los grandes iconos de la ciencia moderna, ha contribuido activamente junto con otros científicos a la creación de la bomba atómica que fue lanzada sin piedad alguna sobre la población civil de Hiroshima.

Muchas personas morían en el acto calcinadas por una ola de calor abrasador, los que lograron escapar morían pocos días después a causa de los mortales rayos gamma. Y, por si fuera poco, los recién nacidos sufrieron todo tipo de malformaciones durante generaciones debido a la radiactividad. 

Sin lugar a duda, este horripilante suceso sólo puede surgir de la mente; de una mente científica que, al no estar orientada por el amor, no puede crear una ciencia a favor de la vida, sino de la muerte.


jueves, 18 de mayo de 2023

Paramahansa Yogananda



Mi padre era estricto en las disciplinas para con sus hijos durante sus primeros años, pero su actitud hacia él mismo era verdaderamente espartana. Por ejemplo no frecuentaba el teatro, pero buscaba su esparcimiento en las prácticas espirituales que la lectura del Bhagavad Gita le proporcionaba. Repudiaba todo lujo; se adhería a un par de zapatas viejos hasta que éstos estaban completamente inservibles. Sus hijos compraban automóviles, cuando éstos se hicieron populares, pero mi padre estaba contento y satisfecho con el uso del tranvía para ir y venir de la oficina. Por naturaleza era enemigo de acumular dinero por el solo hecho del poder que éste proporciona. En cierta ocasión, después de fundar el Banco Urbano de Calcuta, rehusó beneficiarse a sí mismo, conservando en su poder algunas de las acciones. El quería únicamente cumplir, durante su tiempo libre, con un deber cívico.
    Algunos años después de que mi padre se había retirado pensionado del servicio, un auditor inglés llegó a examinar los libros de la Compañía del Ferrocarril Bengala-Nagpur. El investigador, sorprendido, descubrió que mi padre nunca había hecho uso de las bonificaciones que le correspondían.
    "Ha hecho él solo el trabajo de tres hombres”, informó el auditor a la Compañía. Esta le debía 125.000 rupias (como 41.250 dólares), por compensaciones atrasadas que no había cobrado. Los jefes del Ferrocarril le entregaron un cheque por esta cantidad. Mi padre le dió tan poca importancia, que ni siquiera lo mencionó a la familia. Mucho tiempo después, mi hermano menor, Bishnu, al notar un crecido depósito en uno de los informes del Banco, hizo preguntas a mi padre.
    "¿Por qué alegrarse por una ganancia material? —le contestó él—. Aquel que persigue la meta de una actitud de equilibrio mental completo, ni se regocija con la ganancia ni se entristece con la pérdida. El sabe que el hombre viene al mundo sin dinero y se marcha de él también sin dinero”.

Matthew White

 


La Baja Edad Media había sido una buena época para la Iglesia católica romana, que se había convertido en una compañía transnacional que podía sostener la mirada a monarcas seculares y hacerlos pestañear. Además de proclamar cruzadas, Roma podía eludir impuestos, obligar a emperadores arrogantes a arrodillarse penitentes en la nieve, y enviar inquisidores a sembrar el terror entre los lugareños. Tenían ejércitos de monjes guerreros como los templarios, los hospitalarios y los caballeros teutónicos. Los nobles reconcomidos por la culpa habían sobornado a Dios con donaciones de tierras libres de impuestos, dinero en metálico, arte y fondos para la construcción. Los detalles no importan ahora. Todo lo que hay que saber es que en 1500, el papado estaba en la cúspide del mundo. Con el constante flujo de riqueza y poder, la Iglesia católica se había corrompido hasta los cimientos, pero siempre se las arreglaba para aplastar cualquier movimiento reformista antes de que se descontrolase. El reformista checo Jan Hus fue capturado y quemado en la hoguera en 1415. Y a pesar de que el también reformista inglés John Wyclife murió de causas naturales en 1384 antes de que la Iglesia pudiera plantar sus garras sobre él, ésta hizo desenterrar su cadáver y lo quemó unos años después para mostrar su desaprobación. Finalmente, otro reformista, Martín Lutero, sobrevivió a su ira, y la Reforma inició su andadura en 1520. Con la puerta abierta de par en par, personas de todo el noroeste de Europa desertaron de la Iglesia católica. Muchos monarcas apartaron a sus países de la esfera católica y fundaron nuevas iglesias nacionales a medida de sus necesidades locales; sin embargo, las naciones más antiguas y más poderosas, especialmente Francia y España, hacía tiempo que habían obligado a la Iglesia católica a compartir su riqueza y su poder con el estado. Ahora, como socios de pleno derecho con intereses en el  bienestar de la Iglesia, estos monarcas no tenían motivo alguno para permitir que la Reforma minase su poder. En estos países, los disidentes tenían que reunirse en la calle si querían practicar las nuevas variantes del cristianismo. Entre los nuevos reformistas que clamaban por toda Europa estaba Juan Calvino, un francés que rápidamente fue expulsado de aquel país y se refugió en Ginebra. Mientras que el luteranismo era catolicismo después de la actuación de los auditores, que lo limpiaron, simplificaron y adaptaron a las necesidades locales, el calvinismo era luteranismo elevado al cuadrado: austero, populista y descentralizado. Denominados hugonotes en Francia y puritanos en Inglaterra, los calvinistas creían en la absoluta pecaminosidad del hombre, que sólo podía ser redimido por la clemencia de Dios. Denunciaban la frivolidad y la corrupción del mundo humano y alentaban a los devotos a vivir en estricta y engreída santidad, sin transigencias. Allí donde arraigó el calvinismo, la guerra civil fue la secuela

miércoles, 17 de mayo de 2023

Anthony de Mello



Pasando a otra idea, hablemos de problema de la valía personal. La valía personal no significa el valor de uno mismo. ¿De dónde procede el valor de uno mismo? ¿Se obtiene del éxito en el trabajo? ¿Se obtiene de tener mucho dinero? ¿Se obtiene de atraer a muchos hombres (si usted es mujer) o a muchas mujeres (si usted es hombre)? Cuán frágil es eso, cuán transitorio. Cuando hablamos del valor de uno mismo, ¿no estamos hablando realmente de cómo nos reflejamos en el espejo de la mente de los demás? Pero ¿tenemos que depender de eso? Uno comprende su propia valía personal cuando ya no se identifica o se define en función de esas cosas pasajeras. No me vuelvo bello por el hecho que todos digan que soy bello. Realmente no soy ni bello ni feo. Estas cosas van y vienen. Mañana podría transformarme en una criatura muy fea, pero todavía sería "yo". Entonces, digamos que me hago cirugía plástica y otra vez vuelvo a ser hermoso. ¿El "yo" realmente se vuelve hermoso? Es necesario dedicar mucho tiempo a reflexionar sobre estas cosas. Se las he dicho rápidamente, pero si dedican tiempo a comprender lo que he dicho, para profundizar en ello, tendrán una mina de oro. Lo sé, porque cuando lo descubrí la primera vez descubrí un verdadero tesoro.

  El cerebro emocional mantiene, pues, casi una mayor intimidad con el cuerpo que con el cerebro cognitivo. Y por esta razón suele ser más fácil acceder a las emociones a través del cuerpo que mediante la palabra. Marianne, por ejemplo, que seguía desde hacía dos años una cura psicoanalítica freudiana tradicional, se tendía en el diván y se esforzaba todo lo posible para “asociar libremente” temas que la hacían sufrir, a saber, y esencialmente, su dependencia afectiva de los hombres. Sólo tenía la impresión de vivir plenamente cuando un hombre le repetía que la amaba. Soportaba muy mal las separaciones, incluso las más breves. Esto la dejaba en un estado de ansiedad difusa, como una niña. Tras dos años de análisis, Marianne comprendía perfectamente su problema. Podía describir con detalle la complicada relación con su madre, que la confió a menudo a nodrizas anónimas, y se decía que con toda probabilidad eso explicaría su permanente sentimiento de inseguridad. Con el espíritu formado en una gran escuela, Marianne se había apasionado por el análisis de sus síntomas y la manera en que los revivía en la relación con su analista, del que se había hecho, claro está, muy dependiente. Marianne había realizado grandes progresos y se sentía más libre, aunque en el análisis nunca había podido revivir el dolor y la tristeza de su infancia. Siempre concentrada en sus pensamientos y el lenguaje, ahora se daba cuenta de que nunca había llorado en el diván. Con gran sorpresa, fue al visitar a una masajista, en el transcurso de una semana de talasoterapia, cuando de repente se reencontró con sus emociones. Se hallaba tendida de espaldas y la masajista le masajeaba suavemente el vientre. Cuando acercó las manos a un punto concreto, por debajo del ombligo, Marianne sintió ascender un sollozo hasta la garganta. La masajista se dio cuenta y le pidió que simplemente observase lo que sentía, y después insistió, con suavidad, aplicando movimientos giratorios sobre ese punto. Al cabo de pocos segundos, Marianne fue presa de violentos sollozos que le sacudieron todo el cuerpo. Se vio en una mesa de hospital, tras una operación de apendicitis, a los siete años, sola, porque su madre no había regresado de vacaciones para ocuparse de ella. Esta emoción, que tanto había buscado en su cabeza, se hallaba desde siempre oculta en su cuerpo.

martes, 16 de mayo de 2023

Peter Watson



 Georges Braque superaba el metro ochenta y era un hombre de rostro ancho, cuadrado y atractivo, procedente del puerto del Havre, en el Canal de la Mancha. Hijo de un decorador con aires de artista, Braque era una persona apegada al contacto físico, que practicaba el boxeo, amaba el baile y era siempre bien recibido en las fiestas de Montmartre porque tocaba el acordeón (aunque Beethoven era más de su gusto). «Nunca decidí hacerme pintor, de igual manera que nunca decidí empezar a respirar —dijo—. No recuerdo haber hecho una elección». [269] En 1906 expuso sus cuadros por vez primera en el Salon des Indépendants, y en 1907 su obra ya tenía un lugar al lado de la de Matisse y Derain: se había hecho tan famosa que no era difícil venderla a medida que la iba produciendo. A pesar de su éxito, cuando vio Les demoiselles d’Avignon vio claro que era ése el camino que debía seguir y no dudó en cambiar de rumbo. Durante dos años, a medida que evolucionaba el cubismo, vivieron prácticamente pegados el uno al otro, pensando y trabajando como una sola persona. «Las cosas que nos dijimos durante esos años Picasso y yo —dijo más tarde — nunca se volverán a decir, y si se dijeran, nadie sería ya capaz de entenderlas. Éramos como dos montañeros atados a la misma cuerda»

lunes, 15 de mayo de 2023

 El sufrimiento es un estado de inconsciencia. Somos desgraciados porque no somos conscientes de lo Que estamos haciendo de lo que estamos pensando, de lo que estamos sintiendo... y por eso nos contradecimos continuamente, a cada momento. La acción va en una dirección, el pensamiento en otra, el sentimiento está en otra parte. Nos vamos haciendo pedazos, cada vez estamos más fragmentados. Eso es el sufrimiento: perdemos integración, perdemos unidad. Perdemos por completo. el centro, somos una simple periferia. Y naturalmente, una vida que no sea armoniosa está condenada a ser miserable, trágica, una carga que hay que llevar como se pueda un sufrimiento. Lo máximo que uno puede hacer es conseguir que este sufrimiento sea menos doloroso. Y existen mil y una clases de quita dolores. No solo están las drogas y el alcohol: la religión también se ha utilizado a modo de opio. Deja a las personas drogadas. Y naturalmente, todas las religiones están en contra de las drogas, porque ellas mismas se dedican al mismo negocio; están en contra de los competidores. Si la gente toma opio, puede que deje de ser religiosa; puede que ya no tenga necesidad de ser religiosa. Si ya han encontrado el opio, ¿por qué tendrían que molestarse con la religión? Y el opio es más barato, exige menos compromiso. Si la gente toma marihuana, LSD y otras drogas más sofisticadas, es natural que no sea religiosa, porque la religión es una droga muy primitiva. Por eso todas las religiones están contra las drogas. La razón no es que estén verdaderamente en contra de las drogas. La razón es que las drogas son competidores y, por supuesto, si se puede impedir que la gente use drogas será más fácil que caigan en las trampas de los sacerdotes, porque esa es la única salida que les queda. Es una especie de monopolio: en el mercado solo queda su opio y todo lo demás se declara ilegal. La gente vive sumida en el sufrimiento. Solo existen dos maneras de salir de él: la primera consiste en convertirse en meditador: alerta, despierto, consciente... y eso es algo muy difícil. Se necesita coraje. La manera más barata consiste en encontrar algo que te pueda dejar aún más inconsciente de lo que ya estás, para que no puedas sentir el sufrimiento. Encuentra algo que te deje totalmente insensible, algo que te intoxique, algún anestésico que te deje tan inconsciente que puedas escapar a esa inconsciencia y olvidar todas tus ansiedades, angustias y sin sentidos. La segunda manera no es la verdadera. La segunda manera solo hace que tu sufrimiento resulte un poco más confortable, un poco más soportable, un poco más cómodo. Pero no ayuda, no te transforma. La única transformación llega por la vía de la meditación, porque la meditación es el único método que te hace consciente. Para mí, la meditación es la única religión verdadera. Todo lo demás es un engañabobos. Y existen diferentes marcas de opio: cristianismo, hinduismo, islamismo, jainismo, budismo... pero son solo diferentes marcas. El recipiente es distinto, pero el contenido es el mismo: todas te ayudan de algún modo a adaptarte a tu sufrimiento. Lo que yo me propongo es llevarte más allá del sufrimiento. No hay necesidad de adaptarse al sufrimiento: existe la posibilidad de librarse por completo de él. Pero el camino es un poco difícil; el camino es un desafío. Tienes que hacerte consciente de tu cuerpo y de lo que haces con él...