miércoles, 12 de abril de 2023

 La principal actividad de los cerebros es cambiarse a sí mismos.

 Marvin L. Minsky


Cuando cambia tu mente, tu cerebro también cambia. Como dice la obra del psicólogo Donald Hebb: cuando las neuronas se disparan juntas, se «cablean» juntas: la actividad mental crea realmente nuevas estructuras neuronales (Hebb 1949; LeDoux 2003). Por eso, hasta una idea pasajera puede dejar marcas duraderas en el cerebro, de modo parecido a como un chaparrón primaveral puede dejar un pequeño rastro en una colina. Por ejemplo, los taxistas de Londres, cuyo trabajo requiere que recuerden muchas calles retorcidas, desarrollan un hipocampo —una región cerebral clave para los recuerdos visuales-espaciales — más grande, porque esa parte tiene una carga de trabajo extra (Maguire et al. 2000). A medida que te conviertes en una persona más feliz, la región frontal izquierda de tu cerebro se hace más activa (Davidson 2004). Lo que fluye por tu mente esculpe tu cerebro. De modo que puedes emplear tu mente para cambiar a mejor tu cerebro, lo que beneficiará a todo tu ser y a cada persona cuya vida tenga contacto contigo.

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