jueves, 10 de marzo de 2022

  No es realista, y también a la larga nocivo creer que otras personas "deberían" adoptar y vivir bajo las normas personales propias, morales y código de conducta, así como de interpretación de la realidad. La moralidad proyectada se expresa siempre como "debería" y, a menudo conduce al resentimiento, el odio, el rencor, la venganza o la represalia -y, por supuesto, la guerra (como la visión ingenua americana de que todas las demás naciones "deberían" ser democracias). Puedes, por elección, rechazar la tentación de la crítica habitual. El resultado es una gran paz interior.

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