¡Ochenta años! Casi no me lo creo. A menudo tengo la impresión de que la vida está a punto de comenzar, sólo para comprender que casi termina. Mi madre era la número dieciséis de dieciocho hermanos; yo soy el menor de cuatro hijos, y casi el más joven de la interminable caterva de primos por parte de madre. En la secundaria siempre fui el más joven de la clase, y he conservado esta sensación de ser el más joven, aun cuando ahora soy la persona más vieja que conozco.
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