sábado, 20 de julio de 2024

 En su disputa intelectual con la filosofía, el poeta a menudo quedó encasillado como un ser apartado de la sociedad, incluso filósofos como Sartre llegaron a negar que los poetas fueran capaces de comprometerse en la lucha social; sin embargo, es preciso observar que, a lo largo de la historia, muchas veces los poetas encarnaron la voz de pueblos enteros y sus poemas fueron un medio para la trascendencia no sólo del ser individual, sino de la comunidad. Bajo esta perspectiva es posible decir que el discurso poético tiene la cualidad de ser trascendente al brindar una lectura testimonial del paso del tiempo.


La noción del paso del tiempo en el poema es fundamental, no porque elabore una narración objetiva del tiempo histórico, sino porque ofrece una visión individual que parte de la voz del poeta. Toda experiencia poética siempre es un acto vivo que reúne la conciencia del pasado, representada por la voz del poeta, y la voz del lector en el presente; en ese sentido, el poema es un acto de participación en la vida pública, ya que toda lectura se integra a un conjunto de interpretaciones del poema y establece así concordancias o disidencias, lo que también significa que cada lector participa de la visión histórica que la voz del poeta ofrece en su texto. La poesía más que buscar describir, argumentar o anunciar, otorga la posibilidad de experimentar una relación viva con el tiempo y de participar del misterio de su composición.


En síntesis, por un lado, la poesía procura que cada persona cobre conciencia de sí misma y se realice en su mejor versión como sujeto individual, mientras que la filosofía apunta más hacia la visión de la comunidad e intenta que quienes la integran se unan en un mismo espíritu que conduzca al orden perfecto de las cosas.  Si bien la idea platónica de que el cuerpo es la cárcel del alma y de que la iluminación está separada de la experiencia carnal sigue enfrentando a la filosofía con la poesía, es posible distinguir en ambas partes un sentimiento primordial de “religación” que se sustenta en la comunicación entre los individuos y la comprensión de que la existencia del otro nace a partir de la comprensión de sí mismo. 

ÁMBAR HERRERA

https://casadeltiempo.uam.mx/index.php/22-ct-vi-7/352-ct-vi-7-filosofia-y-poesia-dos-vias-hacia-el-conocimiento-ambar-herrera

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