Creo que amar son tres cosas. La primera es la voluntad de comprender la singularidad del ser y sus circunstancias. Tú amas a alguien cuando tienes la voluntad de comprenderle o de comprenderla mismo si no lo comprendes, pero tienes la voluntad. Amar es cuidar, amar es hacer algo que sea coherente con lo que declaras. No tiene ningún sentido que tú proclames el amor a alguien si no hay un comportamiento observable. Y ahora voy a tu respuesta. Amar es inspirar para ayudar al ser amado a que construya nuevas realidades objetivas: que pueda llevar a cabo un proyecto, que pueda superar un examen, que pueda hacer un buen trabajo de investigación, que pueda darse el permiso de hacer algo que le da miedo. Pero inspirar también para nuevos sentidos a la vida. El que ama procura que el ser amado construya una narrativa interior que le sostenga especialmente en la adversidad, y las historias sirven para eso. Las historias nos inspiran, nos dan anclajes en la memoria, nos dan referentes de cómo ese personaje superó esa dificultad.
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