miércoles, 29 de marzo de 2023

Sam Kean

 La mayoría de los artículos sobre el «profesor Berg» se centraban en sus excentricidades, como que podía leer jeroglíficos y recitar la obra poética completa de Edgar Allan Poe; que para comer pedía compota de manzana en lugar de bistecs o bocadillos; que compraba diccionarios «para ver si estaban completos»; que viajaba con ocho trajes negros idénticos y nunca vestía ninguna otra ropa; que en una ocasión se ventiló un libro sobre el espacio-tiempo no euclidiano en el bullpen durante un partido doble en Detroit, y que la siguiente vez que visitó Princeton llamó a Albert Einstein para debatir el tema en profundidad. (Por todo ello, un periodista le puso al catcher el sobrenombre de «Einstein con pantalones de deporte»).


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