«Quienes se acercan a ella por primera vez se ven sorprendidos al encontrarse ante una mujer afable, desde un buen inicio, de voz dulce, con ojos chispeantes de inteligencia y rebosantes de bondad. Tras haber hablado con ella un cuarto de hora todos los bandos desaparecen: todos se hayan subyugados, embelesados, fascinados, conquistados».
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