jueves, 10 de noviembre de 2022

 Si estás alerta, muchas cosas simplemente desaparecen; no necesitas deshacerte de ellas. En estado consciente, ciertas cosas no son posibles; Y esta es mi definición, no existe otro criterio. Si estás consciente no puedes enamorarte; por lo tanto, caer enamorado es un pecado. Puedes amar, pero eso no es como una caída, es como una ascensión. ¿Por qué [en inglés] se usa la expresión «caer enamorado» (falling in love)? Es una caída; estás cayendo, no estás ascendiendo. Cuando estás consciente, no es posible caer... ni siquiera en el amor. No es posible, simplemente no lo es. Con la conciencia no es posible; asciendes en el amor. Y ascender en el amor es un fenómeno totalmente diferente del enamoramiento. Estar enamorado es un estado onírico. Por eso a la gente que está enamorada se le nota en los ojos; es como si estuvieran más dormidos que los demás, intoxicados, soñando. Se les nota en los ojos porque sus ojos tienen una ensoñación. Las personas que ascienden en el amor son totalmente diferentes. Se nota que ya no están soñando, que están afrontando la realidad y eso las hace crecer. Al enamorarte sigues siendo un niño; al ascender en el amor, maduras y en poco tiempo, el amor deja de ser una relación; se convierte en un estado de tu ser. Entonces ya no se-puede decir que ames a este y no ames a aquel, no; simplemente, amas. Es algo que compartes con cualquiera que se acerque a ti. Ocurra lo que ocurra, tú das tu amor. Tocas una piedra y la tocas como si estuvieras tocando el cuerpo de tu persona amada. Miras un árbol y lo miras como si miraras el rostro de tu amado. Se convierte en un estado del ser. No es que estés enamorado, es que eres amor. Esto es ascender, no caer. El amor es hermoso cuando asciendes por él, y se convierte en algo sucio y feo cuando desciendes por él. Y tarde o temprano descubrirás que resulta venenoso, que se convierte en un cautiverio. Has quedado atrapado, tu libertad ha sido aplastada; te han cortado las alas, ya no eres libre. Al caer enamorado te conviertes en una posesión; tú posees y permites que alguien te posea a ti. Te conviertes en un objeto, y tratas de convertir en un objeto a la persona de la que te has enamorado. Mira una pareja de marido y mujer. Los dos se han convertido en objetos, ya no son personas. Los dos intentan poseer al otro. Solo las cosas se pueden poseer, no las personas. ¿Cómo puedes poseer una persona? ¿Cómo puedes dominar a una persona? ¿Cómo puedes convertir a una persona en una posesión? ¡Imposible! Pero el marido está intentando poseer a la esposa; la esposa intenta lo mismo. Se produce un choque, y los dos acaban por convertirse básicamente en enemigos. Son destructivos el uno para el otro. Sucedió que el mulá Nasruddin entró en la oficina de un ce menterio y se quejó al encargado: -Sé que mi esposa está enterrada en este cementerio, pero no encuentro su tumba. El encargado consultó su registro y preguntó: -¿Cómo se llama? -Señora del mulá Nasruddin -dijo el mulá. El encargado volvió a mirar y dijo: -No hay ninguna señora del mulá Nasruddin, pero sí que hay un mulá Nasruddin. Lo siento, parece que ha habido un error en el registro. -No hay ningún error-dijo Nasruddin-. ¿Dónde está la tum ba del mulá Nasruddin? Porque todo está a mi nombre. ¡Incluso la tumba de su mujer! Posesión... todos se empeñan en poseer al ser amado, al amante. Ya no hay amor. De hecho, cuando posees a una persona, odias, destruyes, matas; eres un asesino. El amor debería dar libertad; el amor es libertad. El amor hace al ser amado cada vez más libre, el amor da alas, el amor abre la inmensidad del cielo. No puede convertirse en una prisión, en un encierro. Pero ese amor tú no lo conoces, porque solo se da cuando estás despierto; esa calidad de amor solo aparece cuando hay conciencia. El amor que tú conoces es un pecado, porque se genera en el sueño.

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