Nuestra generación es demasiado superficial para el matrimonio. Casarnos es como ir al McDonald’s. Luego, hacemos zapping. ¿Cómo íbamos a permanecer toda la vida con la misma persona en la sociedad del zapping generalizado? ¿En una época en que las estrellas, los políticos, las artes, los sexos, las religiones son intercambiables como nunca lo habían sido? ¿Por qué el sentimiento amoroso iba a ser la excepción a esta generalizada esquizofrenia?
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