lunes, 9 de mayo de 2022

Antonio Machado



 La primavera besaba

suavemente la arboleda,

y el verde nuevo brotaba

como una verde humareda.

Las nubes iban pasando

sobre el campo juvenil...

Yo vi en las hojas temblando

las frescas lluvias de abril.

Bajo ese almendro florido,

todo cargado de flor

-recordé-, yo he maldecido

mi juventud sin amor.

Hoy en mitad de la vida,

me he parado a meditar...

¡Juventud nunca vivida,

quién te volviera a soñar!

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