martes, 1 de marzo de 2022


 Aunque ahora veo la muerte cara a cara, la vida todavía me acompaña.

Cuando llegue mi momento, espero morir al pie del cañón, como hizo Francis Crick. Cuando le dijeron que se le había reproducido su cáncer de colon, al principio no dijo nada; se quedó un minuto con la mirada perdida y a continuación siguió con sus reflexiones anteriores. Cuando semanas más tarde volvieron a preguntarle por su diagnóstico, contestó: «Todo lo que tiene un principio ha de tener un final». Cuando murió, a los ochenta y ocho años, aún seguía completamente inmerso en su trabajo más creativo.

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