¿Y mi padre? pregunté a mi madre que lavaba en el arroyo su único vestido; se fue, dijo... o no, no era tan inteligente como para irse; más bien se perdió. Eso era lo único que podía hacer por nosotros, el mejor regalo para vos, que desde un principio sabes que la familia no sirve, que es un vía crucis de parientes, una miseria en cooperativa, la responsable de la secta que, multiplicada, es el nacionalismo que dividió y apestó al mundo.
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