jueves, 9 de diciembre de 2021

 Ay, la mente, la mente tiene montañas;

despeñaderos de ruina terribles, escarpados, insondables para el hombre. Los menosprecia quizás quien nunca se asomó a ellos. Me despierto y siento la siniestra oscuridad, no el día. Y he pedido quedarme al abrigo de las tormentas.

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