Otro gran ejemplo de lo que es y de cómo funciona una convicción es el famoso efecto placebo. En un estudio científico de Greenberg en el año 2003 desvela que los pacientes que habían tomado "falsos fármacos" tales como pastillas de azúcar, experimentaban un grado de efectividad igual de efectivo que los que habían tomado los combinados químicos creados por los mejores ingenieros del mundo. ¿Cómo es ese posible? Tu convicción de que esa pastilla te cura es la que realmente te cura, más allá de lo que contenga la pastilla. Como decía Jesús, "no es lo que entra por la boca lo que contamino al hombre sino lo que sale de ella..." ¡TUS CREENCIAS! Evidentemente este dato molesta mucho a la industria farmacéutica
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